Una Senadora del Centro democrático y vocera de la oposición de derecha critica porque se están pidiendo renuncias de algunos presidentes de gremios que, para decirlo claro, viven de las contribuciones parafiscales, que ellos no podrían estar disfrutando sin el apoyo del gobierno. Hoy que necesitamos recursos para atender problemas de salud, educación y pobreza extrema esos dineros deberían estar en manos del tesoro nacional para que los desheredados puedan iniciar un camino hacia una vida digna y donde sus derechos se respeten y apoyen con dineros públicos.
Casi $3 billones de pesos se manejan por el sector privado con base en contratos que desde los gobiernos y los congresos anteriores dejaron en manos de “gremios representativos”, y mientras ellos disfrutaban las mieles del poder, los pequeños productores apenas sí podían arrimar a esas altas esferas, donde se toman decisiones contra las mayorías pobres de Colombia. Así, sin esfuerzo alguno, las contribuciones parafiscales han sostenido el poder de la derecha recalcitrante que hoy se queja porque desde el pacto histórico piden instrumentos burocráticos para gobernar al pais. ¿O es que quieren que el nuevo gobierno maneje todo el entramado público con una burocracia ajena, atornillada por los partidos tradicionales y por los áulicos de los pasados gobiernos que nos dejaron profunda crisis en todos los sectores, menos obviamente en aquellos que ellos manejan con traslados a manos llenas de recursos del erario?
Además de los seis mil cargos de libre nombramiento y remoción, tuvieron 1.000.000 de contratos de prestación de servicios, más toda la parafernalia que les cuidaban desde el sector privado, porque allí también llegan recomendados de los políticos para ingresar a puestos con jugosos salarios. Están mostrando lo que son. No soportan que los partidos alternativos lleguen al poder y los excluyan de las embajadas, ministerios y entidades descentralizadas que ellos cuidaban como manjares burocráticos, para disponer de la torta pública sin medida ni control. Esas áreas oscuras del gobierno son las que el Pacto Histórico debe desmontar en el primer año del gobierno, porque de otra manera no los van a dejar gobernar, ni permitirán que la verdadera democracia se consolide en el pais, a lo largo de todo el territorio.
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