Aumentar el miedo a las reformas es la nueva estrategia de la derecha recalcitrante, que quiere que el pais vuelva a las intervenciones de las fuerzas militares en actos meramente policivos, imitando la estrategia nazi ideada por Joseph Goebbels quien fuera el padre de la propaganda nazi y responsable del Ministerio de Educación Popular y Propaganda, creado por Adolf Hitler a su llegada al poder en 1933. Goering definía a Goebbels como el “enano cojo y diabólico que había desarrollado un enorme complejo de inferioridad”. Tres de los principios de ese personaje eran: Principio de la transposición. Cargar sobre el adversario los propios errores o defectos, respondiendo el ataque con el ataque. “Si no puedes negar las malas noticias, inventa otras que las distraigan”. Principio de la exageración y desfiguración. Convertir cualquier anécdota, por pequeña que sea, en amenaza grave. Principio de la unanimidad. Llegar a convencer a mucha gente que se piensa “como todo el mundo”, creando impresión de unanimidad. (https://www.altaveu.com).
Anotemos los hechos como son: el Presidente Petro se posesionó el 7 de Agosto de 2022. Es decir lleva 7 meses en el poder. Lo primero que encuentra es una mayoría en el Congreso que no deja trabajar al Ejecutivo y para organizar el pais hay que negociar puestos y contratos. Presenta la principales reformas de su programa y encuentra que los ricos, que son los que más miedo tienen de perder su dinero y sus privilegios, montan a través de los medios de su propiedad toda una corrida en plaza cerrada para mostrarle a los colombianos que vamos hacia el abismo. Pero el cambio se ha venido dando a paso lento pero firme. Cambió la estrategia de la fuerza pública de mejorar su imagen a base de falsos positivos, porque hoy tiene que dar resultados con altos niveles de moralidad y competencia. Matar es más fácil que dialogar y mejorar las condiciones de vida de la gente. Por eso renuncian generales y coroneles para quienes el libreto de la paz no es aceptable. Llegaron al poder la mujeres en número nunca antes visto. Se aprobó una reforma tributaria que los poderosos no querían y van en camino la reforma a la salud, la reforma laboral y la reforma a la minería y a la protección de los bosques que han servido para lavar dinero de narcos.
Dependencias que antes eran foco de corrupción han empezado a reformarse, pues muchas de ellas eran feudos podridos de representantes y senadores que las tenían asignadas como fincas de recreo, en temas laborales, contractuales y presupuestales. O sea, especies de “principados” donde cada señor ponía su guardia y su ley. Hoy los que tienen cargos en el Estado están obligados a cumplir el programa con el que ganó la Presidencia el Pacto Histórico. No se puede robar, ni se puede abusar del poder. Si la derecha extrema no deja hacer la reformas apuntándole al miedo colectivo, ellos mismos sufrirán las consecuencias de sus terribles acciones en contra del pueblo de donde emana el poder público. Es posible que llegue el día en que las mayorías legislativas de derecha que se atraviesan al cambio sean derrotadas de manera estruendosa y, entonces sí, el cambio llegará para las nuevas generaciones. Pero se necesita la unidad de toda la centroizquierda y dejar las ambiciones personales en el cajón de la basura.
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