SOBERBIA Y CORRUPCION

Los grandes imperios de la historia cayeron por dos causas fundamentales: La soberbia de sus gobernantes y la corrupción, que se convirtió en el mecanismo más expedito para enriquecerse de manera ilícita, con los bienes de los pueblos conquistados o con los del Monarca, a quien timaban sus más cercanos colaboradores. Una persona soberbia es aquella que tiene un “sentimiento de superioridad frente a los demás que provoca un trato distante o despreciativo hacia ellos”. Y esa actitud del presidente Duque, sus ministros y altos funcionarios llevó a la mayoría del pueblo colombiano a comprobar que el gobierno estaba muy lejano de los intereses colectivos y que su finalidad era hacer lo que les venía en gana, sin tener en cuenta reclamos y aspiraciones de ascenso social, político y económico.

Fabio Valencia Cossío, lo dijo en la posesión del presidente Pastrana: “o cambiamos o nos cambian”. Y reconoció que en estas elecciones de junio 19/22 fueron cambiados y derrotados, por la mayoría de los electores. El lenguaje despótico del mandatario contra las personas que mostraban desacuerdos con el gobierno hizo que la crisis de comunicación con las autoridades del Estado se rompiera y, por eso, el pueblo se sentía atropellado y desconocido, tanto que en las dos grandes marchas que ocurrieron en 2019 y 2020 la respuesta a sus peticiones se respondió con ataques de la fuerza pública, lideradas por el ESMAD y por el uso de ejército en manifestaciones multitudinarias, con el riesgo que tal decisión implica. El uso de la fuerza es excesivo cuando la principal vía es el diálogo.

El otro punto fue la reacción del pueblo frente al tema de la corrupción, pues mientras en el pasado ese delito estaba al final de la agenda de todos los gobiernos o lo ignoraban, este año electoral se convirtió en asunto esencial, pues las personas entendían que su silencio era clave para que los corruptos se quedaran con buena parte del presupuesto público. En esas actividades ilegales muchos empresarios reconocían que para obtener contratos o decisiones del gobierno era necesario dar dinero para conseguir lo que necesitaban o querían. Si bien la votación muestra que el país sigue dividido entre derecha e izquierda, como lo reflejaban las encuestas, el triunfo de la izquierda es un aviso de los cambios que el país tendrá en los próximos cuatro años.

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