RODOLFONETA: LOS MISMOS PASAJEROS

El candidato presidencial Rodolfo Hernández está sin programa electoral serio y sin candidatos renovadores que aseguren el cambio en Colombia. Quiere montar a la Rodolfoneta a los mismos que han llevado el pais a este caos tan impresionante que tenemos desde el punto de vista institucional y democrático. Los colombianos queremos cambios concretos y específicos, por ejemplo:

1.- No robar. El juramento de cada escogido para los cargos más importantes del Estado, además de cumplir la constitución y las leyes debe agregar la afirmación de “no robar ni dejar robar”. Ese primer compromiso es básico para que rodos nos llenemos de confianza en el nuevo gobierno.

2.- Meritocracia. La administración pública tiene personas muy especiales incorporadas en los cargos de carrera. Tienen conocimientos y experiencia. El gobierno debe apoyarse en estos personajes que conocen los trámites internos por la meritocracia que los apoya en la prestación del servicio a la administración y a los ciudadanos.

3.- Transparencia. No hacer acuerdos por debajo de la mesa, para repartir empleos. Que todo Colombia se entere cómo escogen a quienes deben desempeñar las funciones de las diferentes dependencias estatales. Que se cumplan los perfiles y los requisitos mínimos para que no provoquen el caos en la toma de decisiones directivas.

4.- Cero nepotismo. Que los Congresistas no reciban puestos a cambio de votos y que sus familiares permanezcan alejados del erario público y de la burocracia estatal. Solamente así se recuperará la confianza y la ética administrativa.

5.- Inversión social. No negociar el presupuesto en cumplimiento de acuerdos personales. Que las apropiaciones respondan a necesidades reales de las regiones. Que nadie en el Congreso tenga contratos amañados con el gobierno como consecuencia de apoyos a proyectos de ley.

6.- Indicadores de gestión. Que el plan de desarrollo sea el cumplimiento de los programas ofrecidos por el candidato ganador. Que sea una hoja de ruta clara con indicadores de gestión precisos y que se le muestre al pais el avance real de cada compromiso.

7.- Licitaciones públicas. Que el Estado se vuelva transparente y se ponga a la licitación pública como dogma de la ejecución contractual en Colombia. Que sea la regla general y no la excepción. La contratación directa es la primera puerta a la corrupción.

Con estas simples reglas los empresarios y los servidores públicos corruptos serán atrapados con las manos en la masa.  El gobierno tiene el deber de facilitar el acceso a la información de las veedurías y de las personas que hacen control a los gastos del Estado. Si el líder del pacto histórico logra combinar experiencia y dinamismo en la administración de los próximos cuatro años, se verá que la nueva Colombia es tan real como la belleza de nuestros valles y selvas, de sus ríos y paisajes, de sus páramos, de sus pueblos y ciudades, de su gente, que mantiene la esperanza a pesar de la violencia de las fuerzas oscuras que nos han gobernado. 

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