HERNANDEZ o BECASSINO

Los asesores de imagen, de marketing o programáticos, deben siempre estar detrás del candidato, pero no deberían salir a responder por él a menos que sus limitaciones ideológicas o verbales le impidan dar respuestas por sí mismos. Por ejemplo, Becassino dice que el voto en blanco beneficia a Petro, sin explicar por qué o cuáles son los fundamentos de sus afirmaciones. Pues el voto en blanco afecta a todas las campañas. En el caso de Hernández seguramente resultará más afectado porque muchos uribistas que apoyaron a Fico Gutiérrez no votarán por él. Pero esos votos tampoco irán donde Petro, a menos que se trate de electores que no sean tan recalcitrantes como los Uribistas radicales que creen que el expresidente es una especie de semidios de los del Olimpo.

El asistente Becassino también salió a explicar que Hernández no aceptará apoyos de los partidos tradicionales, pero a renglón seguido el candidato expresó que “los que quieren llegan que lleguen”. Es decir no los recibe de manera directa y formal, con foto y discurso, sino que lo hace por “debajo de la mesa”. Precisamente el éxito de la primera vuelta fue haber derrotado a los expresidentes, a los partidos tradicionales, a los clanes regionales y los carteles de la contratación que eran los que compraban votos e intercambiaban apoyos por embajadas, consulados, cargos públicos y contratos de todo tipo, especialmente adjudicaciones directas, concesiones, licitaciones amañadas y anticipos millonarios.

Petro no ha ocultado a quienes llegaron a su campaña, todos lo han hecho de frente y la opinión pública no ha desmejorado el apoyo a su campaña porque hay transparencia en los respaldos que se dan y si hay acuerdos como en el caso de los liberales, conservadores y de otros partidos que no obedecen a los mandos tradicionales, se conocen la líneas que se van a consolidar mediante políticas públicas. El programa de Petro está basado en la teoría del Estado Social de derecho que la Constitución nacional ampara y que los dirigentes más avanzados ejecutan. La Constitución de 1991 es una Carta Política abierta. Significa que sus normas utilizan expresiones con un contenido semántico amplio, de relativa vaguedad, y lo hacen porque así lo exige la naturaleza de sus manifestaciones. Para que sean válidas desde el punto de vista constitucional, la indeterminación debe ser moderada y estar justificada. Además, deben existir referencias en el ámbito jurídico que permitan precisar su contenido y alcance. Generalmente se remiten a la ley. Tengamos en cuenta que el artículo 4º dice que “las constitución es norma de normas”, por tanto cuando hay contradicciones entre otras disposiciones inferiores y la Constitución se aplica ésta de manera directa usando la excepción de inconstitucionalidad.

Valdría la pena que los electores distinguieran bien cuál es el programa de Hernández, porque hay confusiones entre lo que el candidato expresa, lo que dice su asesor Ángel Becassino y lo que está escrito en el programa de gobierno, que debería tener la claridad suficiente para que el ciudadano votara en favor o en contra del programa y no de la persona. Algunos influencer y comentaristas llenan sus comentarios de odios personales y sindicaciones tendenciosas para desviar la atención de las fallas del programa como parte esencial de la campaña de Hernández. Por ejemplo, obstruyen las respuestas sobre sus procesos judiciales como hicieron en Telemundo, pero hostigan al candidato del pacto histórico por cualquier cosa que ellos creen puede ser delito. Un gran desequilibrio informativo y poca imparcialidad en los medios de la derecha.

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