El derecho ha sido pisoteado en este Gobierno Duque en favor de grupos privilegiados y en contra de sectores populares, que se han manifestado en contra de las políticas económicas, sociales y culturales del oficialismo. El derecho y la fuerza al servicio del régimen que aquí llaman democrático y que en cualquier parte del mundo sería un régimen plutocrático. No es la democracia real, es la democracia que los ricos imponen a los menos favorecidos por la fortuna. Para eso se necesita un apoyo incondicional del Congreso que expide las leyes. Y en Colombia tener un Congreso de rodillas al poder es fácil, porque ellos invierten millones de pesos en ser elegidos y recuperan ese dinero con las migajas que desde las alturas les tiran el Presidente, sus ministros y demás servidores que tiene competencia para adjudicar contratos. Es una noria de “yo me elijo, yo te voto, tú me premias”.
El derecho son un conjunto de regulaciones, en principio para permitir, prohibir o castigar. Lo ideal es tener una sociedad desregulada, pero las ambiciones humanas y los deseos de poder de algunos, de donde surge la violencia, hacen obligatoria la expedición de normas. Para eso se han creado las ramas del poder, y la Legislativa se encarga de expedir las leyes. Sobre ellas se pude hacer un control previo o posterior por las Cortes. Si las reglas violan los textos constitucionales son retiradas de la vida jurídica, si se ajustan a la Constitución sobrevivirán. Dentro de esas leyes están las policivas y las penales. Las primera son preventivas, es decir, tratan de evitar el delito y se las llama contravenciones que equivalen a un llamado de atención. Los delitos son comportamientos más graves que se penan con medidas de aseguramiento de diferente tipo, pero sin son graves o muy graves, permitirán a los jueces ordenar que el imputado se guarde en una cárcel o centro de reclusión.
Las decisiones que toman los jueces deberían ser independientes, pero en los gobiernos donde los Presidentes cooptan a todas las ramas de diferente manera se convierten en pequeñas dictaduras, porque todas las ramas y órganos dependen del poder ejecutivo. No debería ser así, pero ocurre en países como Colombia por el mal diseño de su estructura institucional. Por estos días vemos capturar y recluir jóvenes, es el resultado de algunas protestas que se salieron de control y muchos fueron sindicados e imputados. Los procesos no se movieron, pero como al gobierno le interesa producir un efecto político contra un candidato, mueve sus fichas para que se tomen de decisiones en tales materias, encarcelen a los jóvenes, y generen pavor, o para que los muchachos no salgan a votar. Eso favorece al candidato del gobierno. Ojalá la derecha pierda las elecciones del 2022, el día 19 de junio y así la Fiscalía vuelva a actuar de manera independiente y los jueces no sean presionados en tiempo electorales.
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