La prensa publicó unas declaraciones del Presidente de México Andrés Manuel López Obrador donde hace mención a la campaña sucia que se evidencia en Colombia contra el candidato del Pacto Histórico. El mandatario dijo: “Le mando un abrazo a Petro desde aquí. ¿Y saben por qué lo abrazo? Porque está enfrentando una guerra sucia de lo más indigna y cobarde. Todo lo que ya vimos y padecimos en México”. La cancillería dijo frente al tema tras rechazar este tipo de señalamientos, que Colombia adelanta un proceso democrático con todas las garantías institucionales para los aspirantes a la Presidencia de la República. “Tanto los que apoyan a un candidato, como al otro, merecen todo el respeto de la comunidad internacional y de altos dignatarios”, dice el comunicado.
Sin embargo, los únicos que no conocen la guerra sucia son los amigos del Gobierno Duque y sus más altos funcionarios pues en la Emisora Internacional la W, (27/05/22) aparece publicado un estudio sobre mensajes en redes sociales, documento de Bochica Networks donde expresan: “La proyección a corte de las 8:00 de la mañana del 27 de mayo refleja que se recopilaron 93′287.992 mensajes. De esa cifra, 48′709.255 corresponden a campaña sucia.”
Lo más grave es la dirección de esos mensajes: “En cuanto a los candidatos, los mensajes de campaña sucia están distribuidos de la siguiente manera: Sergio Fajardo, 3.6%; Gustavo Petro, 71.6%; Federico Gutiérrez, 12.1%; y Rodolfo Hernández, 8.7%.” Es decir la gran mayoría de ellos afectan la imagen y actividad del Candidato del Pacto Histórico Gustavo Petro. El gobierno tiene la obligación de investigar todos estos hechos, pero no lo hace porque seguramente los mismos proceden de bodegas de los candidatos afectos al gobierno, especialmente de quienes representan a la derecha colombiana. Les basta con negar esa realidad que se evidencia en las notas que se remiten por las redes sociales, con total irresponsabilidad por quienes los crean y quienes los reenvían. El representante legal del Pacto Histórico debe exigir que se abran las investigaciones administrativas (Consejo Nacional Electoral) y penales (Fiscalía) contra quienes producen dichos mensajes y contra quienes los reenvían de manera delictuosa (Art. 388 Código Penal).
La campaña sucia distorsiona la realidad, inventa, atribuye cosas que no son reales. Y lo hace a sabiendas, con el único objetivo de dañar al otro sin importar cual sea el medio utilizado. Para ello atraviesa las fronteras de la ética, de la dignidad, del decoro…
No busca ilustrar al público ni prevenirlo. Busca engañarlo. (https://danieleskibel.com).
El papel del Gobierno como garante de las democracias, de las libertades y de la protección de los derechos de todos, es nulo cuando se trata de defender a la oposición política y mucho más en este caso donde el candidato del pacto histórico barrió electoralmente al candidato de las derechas colombianas. Pero es importante que el pueblo se entere de cómo omiten sus deberes funcionales las autoridades que deberían cuidar la paz y la concordia en todo el territorio nacional.
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