FUERZA PUBLICA Y POLITICA PARTIDISTA

El centro democrático y los partidos de derecha han generado una participación política implícita de la fuerza pública, que se expresa en las manifestaciones de los miembros retirados de todas las armas y su participación en las marchas en contra del Gobierno del Presidente Petro. De allí que el llamado que hizo el Comandante de las Fuerzas Militares es de gran importancia, cuando les recuerda el deber de defender la Constitución pero evitar “intervenir en actividades o debates de partidos o movimientos políticos”. Es un mandato que está contenido en el artículo 219 de la Carta de 1991 y que tiende a evitar que las armas oficiales se mezclen con la campaña de quienes hacen política en defensa o como reacción contra otros agentes partidistas.  No puede olvidarse que los duros y violentos enfrentamientos de liberales y conservadores tuvieron la mezcla de armas del gobierno de turno, que se usaban contra los mismos ciudadanos, solamente por no pertenecer al partido de gobierno. Recientemente se ha descubierto por la justicia transicional que comandantes y otros importantes miembros de las brigadas se mezclaron con paramilitares para asesinar a inocentes colombianos, al parecer por obtener premios internos o vacaciones anticipadas a cambio de bajas en combate, que nunca se presentaron, pero que sí trajeron como resultado arrebatar la vida de campesinos y habitantes humildes de las ciudades colombiana, episodios que se conocen como los “falsos positivos”.

Altos oficiales retirados y capitanes y mayores han expresado públicamente su apoyo a las políticas de derecha como contrapeso a las decisiones que ha tomado el Presidente Petro sacando de las filas a quienes fueron señalados como violadores de derechos humanos o haber participado en actividades de grupos paramilitares para supuestamente sanear al pais de los grupos de izquierda y de insurgentes que permanecieron durante años en contravía de las políticas del Estado colombiano. Asusta sí, que quienes durante un tiempo portaron las armas de la república hoy estén activamente haciendo política y escribiendo para periódicos y revistas de oposición, defendiendo a quienes dejaron como resultado miles de muertos y desplazados, como consecuencia de sus errados procederes, eliminando a quienes pensaban diferente o reclamaban el ejercicio pleno de sus derechos y libertades.

La fuerza pública está dedicada exclusivamente a la defensa de la soberanía, la independencia, la integridad del territorio nacional y del orden constitucional así como al mantenimiento de las condiciones necesarias para el ejercicio de los derechos y libertades públicas (artículos 217 y 218 Superior). Por eso es inaudito que tan pronto se retiren salgan a defender una bandera o principios de partido, porque ello desafía los principios éticos con los cuales cumplieron su misión. La participación en política partidista aún después de retirados afecta la credibilidad sobre el comportamiento que tuvieron cuando portaron las armas y ponen en duda su imparcialidad y buen juicio en la protección de los ciudadanos, independientemente de su ideología y color político. Muy grave para el pais que generales, coroneles y otros altos oficiales, estén defendiendo banderas partidistas, dejando en entredicho su ética policial y militar en la fuerza pública. 

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