DERECHA INTRANSIGENTE Y PELIGROSA

Brave spanish bull

La derecha no es un partido político sino una agrupación de “personajes” que se dedican a expoliar las arcas públicas de los Estados. Mientras ellos gobiernan todas las cosas les parecen bien hechas, pero si alguien los derrota como partido o como movimiento se convierten en fieras indomables que atacan con garras y dientes todo acto, acción u omisión del contrario ideológico que está en el poder. Desde antiguo hubo grupos secretos de alto nivel para causar daños irreparables a las democracias. Porque esa es la forma de gobierno que no les gusta, salvo que se les permita por la debilidad e impunidad de la justicia, cometer toda clase de delitos sin que se les castigue como se lo merecen. La justicia débil, desorganizada o corrupta es la puerta por donde esas categorías de organizaciones de ciudadanos emergentes pasan “sin romperlos ni mancharlos”.

Colombia es el ejemplo clásico de ese estado de cosas que la derecha defiende con armas o sin ellas. Ni antes, ni en los tiempos modernos, se les puede cambiar nada de lo hecho por ellos, porque tienen medios de comunicación y organización económica que rompen las barreras de los principios que fundamentan los gobiernos. Hacen temblar al más estoico de los presidentes o ministros, y desatan la violencia abierta o soterradamente. La derecha ha generado tres clases de violencia en el pais: la primera fue la lucha entre liberales y conservadores que dejó más de 300.000 muertos y un millón de desplazados del campo a la ciudad y durante esa etapa se cuentan 54 guerras civiles, según los historiadores; la segunda fase la construyeron los narcotraficantes, los paramilitares y grupos armados ilegales,(aliados con dirigentes del sector privado) que dejaron 8 millones de desplazados, y miles de personas inocentes muertas o secuestradas, de los cuales el Centro de memoria histórica destaca los 6402 falsos positivos; el tercer periodo lo han generado hasta hoy los grupos armados ilegales, las pandillas citadinas y el accionar de narcos que se lucran de las millonarias utilidades que deja el tráfico ilegal de los narcóticos.

El Gobierno del Presidente Petro propuso al principio de su mandato un acuerdo nacional, donde entraron algunos partidos al gobierno, pero cuando tocaron los intereses de las clases poderosas del pais, de los clanes y castas corruptas saltaron del barco y han permanecido en la oposición. La verdad es que no han dejado gobernar y todo lo atacan con furia, ira, rabia, saña, injurias y calumnias. Poco les importa el principio de presunción de inocencia ni el debido proceso, que invocan todos los días a su favor y como protección de sus parciales que han sido o son procesados por la justicia. ¿El camino entonces es el acuerdo o la violencia? Imposible que en un pais que se precia de tener una clase dirigente rodeada de “intelectuales”, no se fijen unas reglas mínimas de entendimiento para afrontar todos los riesgos que nos esperan, si seguimos en este enfrentamiento donde pierde el pais y perdemos todos. Si las cifras de violencia de los siglos pasados no los aterran, pensemos en el futuro con las armas de que disponen los comerciantes de la muerte, si las siguen usando contra los cientos de personas indefensas que hay en Colombia.

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