LA REELECCION DE PETRO

Tanto el Presidente como la Vicepresidenta en funciones han dicho públicamente que un programa como el propuesto por el Pacto Histórico no se ejecuta en cuatro años y que se necesitan varios periodos presidenciales. Por su parte Alfredo Saade, excandidato a la Presidencia expresó que lo dicho por los dos servidores públicos es muy sencillo: significa reelegir a Petro y punto. La derecha por su parte en los medios de comunicación de sus propietarios preferidos ha manifestado que lo dicho es escandaloso, pero no se refieren para nada a las reelecciones de Uribe y Santos, las dos logradas mediante artimañas políticas, rodeadas de corrupción. La de Uribe dejó el escándalo de la Yidis Política y la de Santos el de Odebrecht, donde ya condenaron al Señor Prieto, Gerente de su campaña.

Ambos expresidentes dejaron una estela de malos manejos y hoy sus partidarios no quieren de ninguna manera que se explore la modificación constitucional para reelegir a Petro, que ha marcado distancia de los partidos tradicionales y que durante toda la historia republicana han usufructuado el poder en favor y beneficio de los más ricos de Colombia. Basta mirar la división por estratos de nuestro pais que reflejan porcentajes inicuos, donde los estratos 5 y 6 representan el 7% de toda la población y los restantes (ESTRATOS 1,2,3 y 4) el olvidado y discriminado 93%. Nuestros poderes públicos reflejan esa oligarquía, mientras los Congresistas y Magistrados de altas cortes están devengando más de $40 millones mensuales, un trabajador raso gana un salario mínimo que no llega a los $2 millones mensuales. Además, para hacerse elegir senador o representante a la Cámara se necesitan por lo menos $20.000 millones de pesos para pagar los gastos electorales sin contar que hay candidatos que invierten más de $100.000 millones, que han obtenido de los recursos del tesoro público, como el sonado caso de “las marionetas”.

A todos esos desmanes es lo que los ricos llaman “establecimiento” que, según ellos, hay que proteger. Pero Petro ha demostrado que ese establecimiento es una farsa donde ganan los que más tienen y los que menos poseen, trabajan y se sacrifican por la democracia y de ella no reciben más que desprecio y humillaciones. Baste pedir una cita en el sistema de salud para que vean cuantos meses duran para dársela y si se trata de un especialista, el plazo se extiende a los 6 meses. Luego el día de la cita, madrugue y espere hasta cuando lo quieren recibir. Por eso el 53% de los colombianos cree que la reforma al sistema de salud es muy necesaria. La propuesta de una reelección no es ni “escandalosa” ni ajena a nuestra realidad, Uribe modificó un articulito y se reeligió; Santos usò el mismo articulito con igual resultado. Luego la reelección de Petro depende de derogar un articulito, y ya, se hace el milagro. Eso en teoría constitucional se expresa con un aforismo: “las cosas en derecho se deshacen como se hacen”. Pero el Pacto Histórico necesita mantener su unidad y trabajar desde el ejecutivo y el legislativo para que “el establecimiento” se mantenga en manos de los movimientos alternativos y no regrese a la derecha extrema y excluyente.

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