Un encuentro muy importante se cumplió en Cartagena donde el gobierno invitó a los representantes del capital privado para hablar sobre temas que interesan al país. Desde el principio de su gobierno el Presidente Gustavo Petro propuso un gran acuerdo nacional, en el entendido que él era el ganador de las elecciones del 2022 y que el pueblo había votado para que se ejecutara el programa de gobierno triunfador y escogido en las urnas. Pero aparecieron las observaciones de la oposición sobre cada una de las propuestas del ejecutivo y desde el Congreso se inició un bloqueo absurdo que ha impedido la aprobación de las reformas que el país reclamó y que no se han podido cumplir con la celeridad necesaria, agravando el descontento social y haciendo responsable al gobierno y no a los opositores que se salen de las sesiones legislativas para disolver el quorum y arrebatarle al pueblo las conquistas de las urnas.
Este encuentro debió darse con la anuencia de las partes invitadas por el presidente elegido, pero al empezar los ataques la oposición se justificaba afirmando que se estaba destruyendo lo que ellos habían construido. Y describìan solamente algunos logros, pero no la miseria de la mayoría del pueblo colombiano que durante dos centurias y, especialmente durante los últimos 30 años, ha estado sometido a la violencia y a la exclusión social y económica, mientras el neoliberalismo se atrinchera en todas las áreas donde la producción y los negocios les dejan billones en utilidades. Y esa riqueza según ellos no se puede tocar.
Los ricos tienen comprender que la riqueza debe repartirse a través de una acción directa del Estado, pues para eso se creó, y que ellos deben colaborar para que todos los habitantes del territorio disfruten de las riquezas que se producen. Pero no, los ricos se enriquecen más y los pobres trabajan para ellos de manera abierta mientras se les afirma por los medios de comunicación excluyentes y parcializados que el pais va bien, que en crecimiento económico somos una maravilla, pero la periferia del territorio muestra otra verdad, lo mismo los tugurios y las áreas de miseria que hay en las grandes ciudades, donde se han escondido sin servicios y sin ingresos justos más de las mitad de los campesinos inmigrantes y los extranjeros que acuden a buscar protección de los colombianos.
El Presidente es símbolo de la unidad nacional y como tal tiene unos compromisos con los más pobres. La propia Constitución en el artículo 13 inciso 2º ordena: “el Estado promoverá las condiciones para que la igualdad sea real y efectiva y adoptarà medidas en favor de grupos discriminados o marginados”. Además, en el Artículo 4º expresa claramente: “la Constitución es norma de normas”. Esto significa que por encima de ella no hay otra y que todo está supeditado a ella. Ese es el instrumento jurídico que el Presidente Petro está aplicando y que todos debemos acatar. Por eso hay que decirles a los poderosos: “Si quieres recoger miel, no des patadas a la colmena”.
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