“Siglos atrás la piratería tuvo un lugar en el mundo donde se concentró y donde estaba al orden del día. Nos estamos refiriendo al Caribe. Y es que los piratas encontraron en las aguas de este mar el escenario perfecto para asaltar navíos y llenar sus arcas. ¿Por qué? Porque allí había un importante trasiego de embarcaciones que partían del Nuevo Mundo cargadas de todo tipo de metales preciosos, entre otros artículos, y que se dirigían a Europa.” El siglo que vivimos tiene sus propios piratas, entre ellos los que saquean la salud y se quedan con los dineros destinados a salvar la vida de todos los colombianos, especialmente los más pobres. Recordemos que los ricos tienen medicina prepagada a ellos no les preocupa tanto si el sistema general funciona bien o no. https://definicion.de/pirateria/.
Pues bien, leyendo una entrevista que ofreció al diario el Tiempo, invitado por Juan Gossain, excelente periodista nacional, el 15 de abril del 2022, esto es, antes de que Gustavo Petro fuera elegido Presidente de la República, el exsuperintendente de Salud del Gobierno Duque, Dr. Fabio Aristizábal, dijo lo siguiente: “Hace unas cuantas semanas leí, no solo en la prensa nacional sino también en la extranjera, que la Organización Mundial de la Salud informa que Colombia está entre los países que mejor han manejado los estragos de la pandemia del coronavirus. Apareció también otra noticia según la cual los gremios internacionales de la salud consideran que varios hospitales colombianos están entre los mejores de América Latina. Viendo eso, empezó a asaltarme una pregunta angustiosa: ¿qué es, entonces, lo que tanto aqueja a los colombianos en materia de salud? ¿Cuál es, en este caso nuestro, el camino del infierno? La corrupción –me responde sin titubeos el superintendente–. Ese es el fenómeno. Esa es la enfermedad. La corrupción es la que no ha permitido que mejoremos más en calidad de la salud.
Y más adelante agregó:” –Desgraciadamente –agrega–, esa es la verdad escueta. Desde el principio mismo, cuando el Congreso Nacional aprobó la Ley 100, el sistema fue invadido por las mafias que le dan preferencia a la salud como negocio, y atentan contra la vida de los afiliados en todo el país.”. Los piratas modernos. Entonces, no asaltan barcos sino las tesorerías y las parafiscalidades que se destinan a diversas actividades para el desarrollo del pais y el bienestar de todos, pero unos pocos abusadores y ricos, se apoderan de la riqueza pública, desviándola mediante actos corruptos. En reciente entrevista a la Revista semana ese mismo exfuncionario, a propósito de la cita del Presidente Petro con el expresidente Uribe, dice que tratar de sacar a Sanitas, Sura, Compensar, a las EPS que han hecho una buena tarea, o sea a sus amigos, es mala decisión. Piratas antiguos, piratas modernos, quieren justificar los males que ellos no combatieron: los flagelos asociados con la corrupción.
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