El Diccionario define el término héroe como “persona que se distingue por haber realizado una hazaña extraordinaria, especialmente si requiere mucho valor.” Por esa poderosa razón es héroe el que confiesa un crimen y asume las consecuencias y no quien comete el crimen y lo niega. La participación criminal se realiza a título de autor, coautor, determinador o cómplice. Las investigaciones de los “falsos positivos” -6402 muertos inocentes-, sin número fijo hasta las conclusiones de los procesos, está dejando héroes y villanos.
El primero y más notorio de todos el expresidente que se enteraba de cuanta acción militar había cuando era el mandatario de los colombianos y que hoy rechaza hasta la figura jurídica de la JEP, creada por norma constitucional; es decir, desconoce el valor jurídico de nuestra constitución y nuestras leyes, con tal de no resultar involucrado en los terribles hechos, a pesar de los testigos que lo han mencionado públicamente y que admiten que eran recompensados por sus superiores y por la institucionalidad por los resultados obtenidos de supuestos “muertos en combate”. En esa época los resultados se los abonaban como éxitos del gobierno y hoy todas esas verdades de respetables testigos son como las afirmaciones de Judas Iscariote.
Los jefes de gobierno de antaño no quieren hablar del tema, otros dicen que hay “animadversión de Petro hacia la fuerza pública”, como si en su calidad de presidente tuviera que callar la deshonra e inmoralidad de quienes pisotearon la bandera y las leyes de la Patria. Otros, finalmente admiten su responsabilidad y hasta afirman que fueron presionados desde la presidencia de Colombia por resultados militares, so pena de consecuencias como el retiro forzoso de los cargos. Hasta una senadora del Centro democrático afirmó que “la JEP es un lavadero de crímenes”. Todos a una, la derecha intransigente y extrema pide respeto por la Constitución y las leyes cuando favorecen a sus aliados, pero no cuando brillan en favor del actual gobierno.
Ninguna investigación se hace sin un programa metodológico y, seguramente dentro del mismo, caben todas las hipótesis que a lo largo del proceso se descubran. Nuestra justicia y la Constitución brillarán en el inmediato futuro. ¡Los Colombianos aceptamos que la reelección del expresidente Uribe era legítima, a pesar de los condenados por dar puestos a quienes aprobaron el articulito, de lo cual nadie habla! No obstante, el expresidente rechaza las instituciones que consagró la Constitución como hizo con la JEP creada en el Acto Legislativo 1 de 2017 Art. 1º.
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