Terminó el primer año de gobierno del Presidente Gustavo Petro y la conclusión más importante para los ciudadanos del común es que la gran prensa sigue defendiendo las políticas neoliberales que tienen a Colombia sumida en una pobreza soterrada, donde el 5% de la población es rica y se enriquece cada día más y el 95% trabaja para no desmejorar o no caer en la pobreza extrema. La mezquindad de la prensa de derecha es que quieren que en una rendición de cuentas del primer año se destaque más la teoría de la conspiración que mantienen los medios contra el gobierno que los logros que ha alcanzado Colombia en estos doce meses.
A la gran prensa, construida con publicidad oficial en todos los gobiernos anteriores, no le importa la paz total y la ven como una quimera. Parece que les interesa más que continúen las masacres y que la fuerza pública se tome los territorios arrasando todo a su paso, que el diálogo y la concertación con las comunidades para sacar de los departamentos y municipios olvidados a los violentos dedicados principalmente al despojo de tierras y al narcotráfico. El Presidente Petro insistió en que es necesario que Colombia se abra al diálogo para buscar “acuerdos que salven la vida de la gente, en vez de profundizar la violencia”. Destacó que en 40 municipios no ha habido un solo homicidio durante su gestión.
Otro punto del balance fue la afirmación de que el Gobierno aportó 73.322 hectáreas al Fondo de Tierras para poblaciones rurales. La economía en general ha mejorado en inversión extranjera, creación de empleo y salarios. La oposición se desvela por su propia seguridad y no reconoce el esfuerzo de los militares y policías. La oposición ignora el ingreso al gobierno de sectores excluidos, la participación de más mujeres en cargos de responsabilidad, el reconocimiento de los campesinos como sujetos de derechos, el aumento de los subsidios y de la población beneficiada y la estabilidad institucional que la oposición decía acabaría en el primer año no solamente por la salida de colombianos ricos sino, además, porque supuestamente el Presidente Petro se iba a tomar el poder.
Reafirmó el Presidente su deseo de cambiar el sistema de salud expresando que “hemos puesto en operación más de dos mil equipos básicos de salud compuestos por médicos, enfermeras, psicólogos, auxiliares y otros profesionales que llegan a los hogares, colegios y comunidades en 677 municipios de 32 departamentos y tres distritos”. Otra parte de la oposición prefiere ver carreteras con peajes costosos que personas recibiendo apoyo del Estado para crecer social y económicamente. A pesar del estorbo de antagonistas sin argumentos que ponen palos en la rueda, el cambio sigue y es necesario en una sociedad estancada en políticas feudales donde los grandes señores tratan a todos los demás como subalternos o esclavos. Ese tiempo ya pasó y hoy estamos en la era de los derechos fundamentales, la redignificaciòn de la persona humana y la dirección e intervención del Estado para eliminar todo tipo de desigualdades.
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