Tenemos Un problema en Colombia y es que no leemos con frecuencia las investigaciones que hacen organismos y personas juiciosas sobre los problemas nacionales. Hay documentos de la Misión de Observación Electoral (MOE) que muestran que en las elecciones de 2018 y 2022, se presentaron casos aberrantes de violencia contra líderes y personas vinculadas a la defensa de los derechos humanos y a la política partidista. La MOE expresa: “la firma del Acuerdo Final de Paz significó para las personas defensoras de derechos humanos, líderes y lideresas sociales un hito esperanzador para la construcción de una verdadera democracia y de un país en paz. Durante el año 2017 disminuyó la violencia sociopolítica en el país y esta reducción de los hechos de violencia en los territorios permitió que las elecciones nacionales del año 2018 fueran unas de las más pacíficas…En las elecciones nacionales del año 2018 se eligió como Presidente de la República a un opositor de estos Acuerdos de Paz firmados con las extintas FARC-EP.” https://www.moe.org.co/wp-content/uploads/2022/11/DEMOCRACIA-EN-EL-PUNTO-WEB-NOV-25-1.pdf.
El acuerdo de paz sí bajó la violencia, pero la llegada de Duque al poder enervó nuevamente los ánimos de destrucción y se incrementaron nuevamente los actos contra actores de la política y la vida social de las comunidades. El documento citado afirma que entre 2016 y 2017 “las amenazas se redujeron en un 52,17 % (al pasar de 460 en 2016 a 220 en 2017); el homicidio intencional de persona protegida en un 57,84 % pues en 2016 se documentaron 103 casos y en 2017, 43; y las lesiones a persona protegida se redujeron en un 76,47 %, al registrar 51 victimizaciones en el año 2016 y 12 en 2017”.(Pág.9) Pero “a partir de 2019, se observó un incremento en las afectaciones contra la población y una mutación de las dinámicas del conflicto armado”.(Pag.10). Enfatiza la MOE que en el periodo electoral de 2022 “se registraron 106,9 % y 1,2 % más agresiones en comparación con los años 2018 y 2019, respectivamente. Llama particularmente la atención el incremento de 2019 a 2022, ya que tradicionalmente la violencia es mayor en los comicios locales que en los nacionales”.(Pág.11)
Con base en los anteriores argumentos podemos precisar que los actuales gobernadores fueron elegidos antes que el Presidente Petro, por tanto, bajo la premisa de descenso de la violencia como efecto del acuerdo de paz. La llegada de Duque al poder en representación de la derecha y especialmente del Uribismo sí desató las líneas de violencia que estaban controladas. Hoy estamos bajo el efecto de no haber respetado el acuerdo de paz con las FARC-EP, como lo dijo el Presidente Petro. Ninguno de los gobernadores es del Pacto Histórico, son liberales, conservadores, la U, Cambio Radical, Centro Democrático o de partidos aliados a estos. Luego los gobernadores sí están haciendo política con la seguridad. Solamente hay 5 gobernadores que no son de la clase tradicional gobernante. Bien hace entonces el Ministro del Interior en pedirles prudencia y no echar la culpa a este gobierno de una situación de conflicto que se heredó de la pasada administración, por violación directa d los acuerdos de paz. No nos dejemos manipular de la derecha (Uribismo) y estudiemos la historia del conflicto en Colombia con más seriedad. La paz total requiere implementación urgente si queremos salvar vidas.
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