CORRUPCION Y ESTABILIDAD INSTITUCIONAL

Frente a las lánguidas marchas de la ultima convocatoria que hizo la oposición el 16 de agosto, el Presidente Petro les mandó este mensaje: “Yo marcharía contra la corrupción.” Y es que es bueno explicarlo con claridad. Los organismos de control y la Fiscalía en diferentes informes han dicho que en Colombia se pierden anualmente entre 20 y 50 billones de pesos por corrupción. No es posible atribuirles tales conductas sino a quienes estuvieron en el poder hasta el 7 de Agosto del 2022. Es decir los presuntos delitos cometidos y las obras inconclusas son responsabilidad de los gobiernos anteriores y son ellos los que deben dar explicaciones al pueblo colombiano. Los documentos que analizan la corrupción en Colombia muestran que no hay avances significativos en la lucha contra ese flagelo, que tiene como causa las relaciones incestuosas entre sector público y sector privado, pero especialmente con apoyo en los políticos avalados por los principales partidos con Personería Jurídica.

Un documento del Banco de la República dice que “entre 2016 y 2020 se reportaron 967 hechos de corrupción a nivel nacional en la prensa”. La corrupción observada aumentó significativamente durante el período 2010-2016, según la misma fuente. Concluyen que “la corrupción afecta negativamente la producción y el crecimiento a largo plazo”. (https://repositorio.banrep.gov.co/). 

El 96% de los colombianos consideramos que la corrupción es un problema grave. A pesar de todos los escándalos hay algunos notorios como el de Foncolpuertos, la parapolítica , escandalo de los falsos positivos , escándalo de Agro Ingreso Seguro, escándalo de Interbolsa y la  corrupción de la DIAN, caso Mario Castaño o escándalo de las marionetas, caso Centro Poblados, donde se perdieron $70.000 millones destinados a dotar de internet a niños campesinos, la Yidis política que permitió la reelección del expresidente Uribe, los falsos positivos o asesinato de miles de inocentes todavía sin sanciones reales y sin saber quién dio la orden, la parapolítica o escándalo de Santafé de Ralito, los desfalcos a Cajanal, escándalo de Dragacol, escándalo de Chambacú y otros tantos que constituyen ejemplos históricos de cómo tumbaron al Estado y se apropiaron de recursos públicos.

Hoy los políticos de ayer y de siempre unidos por los lazos de deshonestidad que son característicos de ciertos personajes, claman porque se respete la institucionalidad que no es otra cosa que se guarde silencio ante tamañas imposturas. Mientras robaban al Estado se mantenía la tranquilidad política y seguían saqueando la tesorería pública. Por eso, hoy institucionalidad es símbolo de corrupción. No podemos mantener unas instituciones donde se roba y dejan robar. La derecha se está quejando de que todo está mal, porque algunos creen que es mejor volver la vista hacia otro lado y dejar tranquilos a los deshonestos.

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