ESTADO SOCIAL O CAPITALISMO

Los colombianos debemos entender que hay una lucha interna entre el desarrollo del Estado social de derecho consagrado en la Constitución de 1991 y el capitalismo rampante que se impuso desde la Presidencia de Cesar Gaviria (eufemísticamente llamado neoliberalismo).

La jurisprudencia afirma que en la Carta de 1991 “Existe una nueva estrategia para el logro de la efectividad de los derechos fundamentales. La coherencia y la sabiduría de la interpretación y, sobre todo, la eficacia de los derechos fundamentales en la Constitución de 1991, están asegurados por la Corte Constitucional. Esta nueva relación entre derechos fundamentales y jueces significa un cambio fundamental en relación con la Constitución anterior; dicho cambio puede ser definido comouna nueva estrategia encaminada al logro de la eficacia de los derechos, que consiste en otorgarle de manera prioritaria al juez, y no ya a la administración o al legislador, la responsabilidad de la eficacia de los derechos fundamentales.En el sistema anterior la eficacia de los derechos fundamentales terminaba reduciéndose a su fuerza simbólica. Hoy, con la nueva Constitución, los derechos son aquello que los jueces dicen a través de las sentencias de tutela.”(T-402(92)

Entonces, el enfrentamiento entre el Presidente Petro y el Congreso, donde se representa al 100% la clase política tradicional y los poderes constituidos de la riqueza y los altos estratos sociales, se refieren a cómo se reparte la riqueza del Estado que se recauda a través de los impuestos, tasas y contribuciones públicas. Por un lado el Presidente quiere que la riqueza estatal de manera prioritaria sea controlada por el Estado y no por los conglomerados económicos que ya dominan parte de la riqueza nacional a través de inversiones en infraestructura (especialmente carreteras), servicios públicos, alumbrado público, salud (IPS y EPS), pensiones,  educación en universidades privadas, energía y gas, y turismo, principalmente. Por el otro lado, están los sectores económicos asociados con la clase política tradicional que quieren seguir en el poder repartiéndose un presupuesto de más de $400 billones anuales y un plan de inversiones de más de $1000 billones en cada periodo presidencial.

Si releemos el programa del Pacto Histórico lo que ofreció en campaña el candidato Gustavo Petro hoy Presidente en ejercicio, fue cambio con las mujeres antes excluidas, seguridad humana medida en vidas y en felicidad, economía productiva y trabajo con libertad en el campo y las ciudades, asegurando vida digna, producción alimentaria, protección de los bosques y del agua. El cambio empezó con la participación de sectores desprotegidos que llegaron al  poder y con el cambio de doctrina militar que privilegiaba el combate frente al diálogo , además, con la presentación de los proyectos de ley de reforma laboral, en salud y educación, que son los más cuestionados por los poderosos de Colombia cuyo ingreso y gasto lo tienen monopolizado y ellos no se lo quieren dejar quitar. Todo el mundo reconoce que las reformas son urgentes, pero el Congreso no ayuda. Veremos si la derecha extrema cambia su oposición por resiliencia, flexibilidad y elasticidad para que el cambio sea posible.

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