Los medios de comunicación deben ser prudentes y practicantes de la verdad y la imparcialidad. Pero en nuestro pais hay excepciones tan graves que parece que los periodistas ni siquiera respetan las sentencias de la Corte Constitucional, que aplican solamente cuando tratan de defender la libertad de información que ellos pisotean cada día. Lo que estamos viendo la mayoría de los colombianos es que hay demasiadas mentiras y montajes con titulares y noticias en contra del Gobierno de Gustavo Petro, solamente por el deseo de entorpecer su programa de cambio. Y, como consecuencia, los lectores de antes se han pasado a las redes sociales y los medios escritos están en quiebra o en camino de caer en ella. La publicidad oficial ha bajado y los lectores huyen de los medios tradicionales para refugiarse en los medios alternativos y de provincia. Pero, además, el Presidente le está hablando directamente al pueblo
Varios medios se han declarado implícitamente enemigos del gobierno nacional que atacan por diferentes vias, aún sin pruebas o fundamentos, lo que tiene a la opinión pública con baja autoestima y afrontando una crisis de miedos, infundidos por los noticieros y los periódicos intolerantes. Han llegado a tal extremo que casi consideran al mandatario incapaz de estar al frente de su cargo por razones de salud. Eso nunca lo hicieron con otros presidentes a pesar de los incumplimientos de agenda que ellos tuvieron con ciudadanos y gremios. Hablan de la poca inversión en vivienda y cuando el gobierno cuestiona a los gremios de la construcción ellos afirman que hay muchos requisitos, que el Banco de la República demora las coberturas, pero en informe periodístico de El Espectador se ve que desde 2015 hasta 2023 hay más de $600 mil millones sin solicitudes de cobro. No es culpa del gobierno sino de quienes asumen la responsabilidad de presentar los requisitos para el desembolso.
Los gremios igualmente tienen que reconocer que han estado alejados del gobierno Petro por razones ideológicas, pues mientras ellos quieren seguir imponiendo su poder, el Presidente rechaza que las parafiscalidades se manejen por el sector privado con altos salarios y prestaciones para sus directivos sin que tales beneficios lleguen a los verdaderos destinatarios que son los pequeños productores, comerciantes y actores de cada sector. No han podido entender el cambio. Y es que el Estado y los dineros públicos son del pueblo y no de los sectores económicos que han monopolizado los recursos estatales para incrementar su riqueza, dejando a los pobres llenos de promesas incumplidas y de obras inconclusas.
Se el primero en Comentar