HEROES Y SIMBOLOS

El primero de mayo del 2023 desapareció una avioneta que tenía origen-destino Araracuara (Caquetá) y San José del Guaviare (Guaviare). La aeronave cayó en medio de la selva. Fue encontrada, con tres de sus ocupantes muertos pero cuatro niños que viajaban con la madre fallecida no aparecían. La unidad lograda entre las fuerzas militares e indígenas del sur colombiano dio como resultado que los encontraran vivos. Lesly la hermana mayor de 13 años lideró el grupo de pequeñines y mediante actividades de supervivencia logró movilizarlos hasta espacios donde los buscaban y en los que recibieron apoyo aéreo lanzándoles comida.

Una verdadera odisea que hace recordar anotaciones de la Vorágine una novela clásica de nuestro pais, donde José Eustasio Rivera puso su imaginación e ingenio para estampar las costumbres de comienzos del siglo XX. “Oh selva, esposa del silencio, madre de la soledad y de la neblina. ¿Qué hado maligno me dejó prisionero en tu cárcel verde?; los pabellones de tus ramajes siempre están sobre mi cabeza entre mi inspiración y el cielo claro”, escribía el autor en su texto.

Pero 40 días después de intensa búsqueda ocurrió el milagro. Los niños malnutridos y aguijoneados por los mosquitos y zancudos fueron encontrados vivos. Colombia respiró deseosa de abrazarlos y reconocerles que a partir de este nuevo amanecer serán  símbolos de la lucha por la vida y espíritus protectores de la selva que los escondió y los devolvió a la civilización y a sus mayores. Falta entonces que el Estado promueva la protección integral de esos menores, para que estudien y sean recibidos en centros de investigación de la biodiversidad para que dediquen su existencia a campañas ambientalistas y al cuidado de la flora y fauna de todo el territorio nacional. Sería una bonita tarea tanto de las autoridades como de los renacidos de una muerte segura.

A veces la vida no da segundas oportunidades, pero en este caso es patente la voluntad de la madre tierra que hizo su tarea exaltando a pequeños representantes de los pueblos originarios que vuelven a la sociedad a cumplir el papel que tienen destinado por su sangre, su poder y su resistencia a las adversidades. Pocas veces estas historias se repiten pero cuando se retratan en la realidad no pueden menos que conmover y llamar la atención de todos para que entendamos que la defensa de la vida tiene héroes y símbolos a quienes debemos todo nuestro reconocimiento.

Se el primero en Comentar

Deja tu respuesta