PERSECUCIÓN POLÍTICA Y SALUD

Ninguno de los que hacen negocios en el Estado para favorecer a particulares reconoce esa conducta que es práctica avalada por los grandes capitales. “Hay que ganar dinero como sea, aún a costa de la salud y el derecho a la vida de la población más pobre”. El poder y la fortuna no tienen reglas morales cuando se trata de incrementar el patrimonio personal o empresarial de individuos o grupos al mando de una Nación. “Los amos de la contratación estatal” siempre están adelante de las apropiaciones presupuestales, pues son ellos los que las negocian en las corporaciones públicas.  Así cuando llega una administración nueva ya todo se lo han dejado contratado y el remedio que encuentran es inventarse tributos o valorizaciones para agobiar a los ciudadanos. Para ellos cada administración trae sus negocios.

La semana anterior la Secretaria de Trasparencia de la República de Colombia entregó al público un informe del que hicieron eco los medios de todas las tendencias, para mostrar cómo en tres casos paradigmáticos Saludcoop, Cafesalud y Medimás hubo transacciones poco claras para dejar en manos de los mismos toda la fortuna que movía Saludcoop y para no permitir que otras EPS se apropiaran del mayor activo que son los usuarios de los servicios de medicina. Allí estuvo el Exministro Alejandro Gaviria ayudando de buena manera a las tres organizaciones para, al final según él, evitar una crisis en el sistema de salud, sin mencionar claro está que se quedaron los mismos haciendo de las mismas.

Un día se presenta por televisión, casi llorando, el entonces Superintendente de Salud del Gobierno Duque, Fabio Aristizábal Ángel, hablando de la corrupción en el sistema de salud y afirmando que no podía hablar a fondo sobre ese tema en los medios, pero dejó entrever que era algo espantoso lo que se había encontrado. Pero los gobiernos callaban, porque detrás de cada EPS hay un grupo económico que aporta para las campañas DE LOS PARTIDOS TRADICIONALES, como lo dejan sentado en los informes al Consejo Nacional Electoral, sin contar el dinero que entregan en efectivo para ciertos gastos privados de los candidatos. Alejandro Gaviria se siente perseguido políticamente, pero no explica cómo se hicieron todos esos trueques de que habla el informe de la Secretaria de Transparencia y que permitió que Cafesalud recibiera la ayudita de $200.000 millones de pesos del Estado, en vez de tomarlos de las arcas de Saludcoop una boyante empresa en manos de Carlos Palacino hoy condenado por corrupción a 10 años de prisión y con proceso de extinción de dominio sobre sus bienes. Muchas cosas por aclarar todavía de parte del Dr. Gaviria.

Otro de los condenados por actos corruptos ejecutados por esas calendas con dineros de la salud fue Guillermo Grosso, expresidente de Cafesalud, (los mismos que ayudó el Dr. Gaviria) por cohecho y concierto para delinquir. También resultaron  comprometidos en actos corruptos contra los dineros de la salud Claudia Patricia Rojas y Luis Andrés Ruíz del Ministerio de Protección Social, a quienes el Tribunal de Bogotá impuso una dura condena a 24 años de cárcel y una inhabilidad perpetua. Condenaron igualmente a directivos de Coomeva por firmar un contrato millonario.  Al firmarse el contrato irregular, la empresa intermediaria, Medicamentos de Occidente“terminó realizando una indebida e ilegal intermediación que representó un enorme detrimento respecto de los recursos de la salud manejados por la EPS“. No minimicemos pues la corrupción en la salud, diciendo que es el mejor sistema que tenemos cuando en algunas estadísticas internacionales no lo reconocen así. Cambios profundos son urgentes por la salud y el derecho a la vida. ¿Quieren más pruebas de que las cosas andan mal?

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