LA DERECHA CONTRA FECODE

La Federación Colombiana de Trabajadores de la Educación nace en 1959 para la defensa de los derechos de los maestros desde la actividad laboral y las demás reivindicaciones propias de cualquier profesión u oficio. En su página Web señalan los siguientes ejes de la actividad de la organización: “lograr el estatuto de la profesión docente, defensa del régimen prestacional especial, impulsar la ley estatutaria de la educación, lograr la ley de salud que mantenga y fortalezca las condiciones de régimen especial, reivindicar la negociación colectiva y la presentación de pliegos de peticiones, luchar por el proyecto educativo pedagógico alternativo, impulsar la constitución del sindicato único de los trabajadores de la educación en colombia-sutec”.

Los cambios en la educación moderna reclaman ideas innovadoras y métodos apropiados a las ciencias y las artes del Siglo XXI. Los docentes tienen líneas de acción más exigentes en la medida que los alumnos hoy despiertan a la vida intelectual de forma rápida y piden que se les expliquen todas las ramas del conocimiento apropiadas para la vida profesional y para participar en el trabajo de una sociedad dinámica donde los inventos y el conocimiento cada día  son más rigurosos y necesarios. No podemos seguir con las explicaciones del mundo y de las ciencias de los primeros siglos de la humanidad  o de la edad media, los niños y los jóvenes reclaman una imagen fiel de la gente de hoy, sin eufemismos y sin mentiras. Por tanto, buscar la verdad a través de la enseñanza y del conocimiento autodidacta no pueden ser estigmatizados por grupos o partidos que piensan que la moral y las buenas costumbres se limitan a quemar brujas o a incendiar bibliotecas como ocurría en las guerras religiosas contra los intelectuales de cada tiempo.

La apertura del conocimiento reclama una nueva ciencia de la educación, que supere los estándares de las antiguas escuelas, colegios y universidades. Como dicen los expertos “Vivimos en una época de problemas globales que amenazan la supervivencia de la humanidad. El desarrollo y la aplicación de estrategias para hacerles frente requieren nuevas formas de pensar e incluso una nueva visión del mundo. Tal pensamiento está siendo moldeado principalmente por las tecnologías de la informática, la información y las telecomunicaciones, cambiando la mentalidad de cada individuo y creando un nuevo sistema de valores morales y éticos. En este sentido, una de las principales consecuencias de estos cambios es la difusión masiva del pensamiento no lineal, es decir, la voluntad de no seguir ciegamente un camino determinado, sino de elegir entre varias alternativas”. (https://www.ceupe.com/blog/tendencias-de-la-educacion-moderna.html).

No podemos estigmatizar al maestro o al investigador porque nuestras creencias y nuestra formación suenan hoy atrasados para los jóvenes del mundo actual. Hay que permitirles participar en la constante revolución de las creencias y del conocimiento científico, que se mueven como las olas y se renuevan con cada movimiento como las aguas del mar. No hay ideologías para el maestro; ellos solamente tienen el deber de transmitir las ideas que hagan del mundo un lugar mejor para vivir, donde la solidaridad sea la insignia de todas las políticas publicas y privadas. Dejemos el oscurantismo y de invocar contra los maestros tribunales de inquisición por sus saberes.

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