DEMOCRACIA IMPERFECTA

El referente más cercano que tenemos los colombianos como modelo de democracia lo encontramos en Estados Unidos. Allí desde la independencia norteamericana el pueblo del norte participó en las luchas anticoloniales que llevaron al desacato de la autoridad inglesa sobre el pueblo americano, después el pueblo apoyó la revolución francesa, y, posteriormente a España, y, a Hispanoamérica.  Hubo una guerra civil por causa del esclavismo atávico de los estados del sur. Y mientras el pais del norte ha consolidado instituciones basadas en la libertad, la justicia y la búsqueda de condiciones de igualdad, los países ubicados al sur seguimos oteando un horizonte más claro para hacer respetar los derechos humanos y las garantías mínimas para sobrevivir. Nadie duda del liderazgo norteamericano y muchas de las políticas económicas y sociales de los países más pobres son influenciadas por su gobierno.

Colombia según la derecha excluyente es democracia pura cuando ellos están en el poder. Pero la mayoría del pueblo cree lo contrario. A lo largo de la historia solamente algunos apellidos de reconocidas familias han gobernado el pais. Cada gobierno va filtrando la posibilidad de que algunos protegidos de las clases menos favorecidas asciendan económicamente. Y esos privilegiados continúan el apoyo a sus cuidadores. En la democracia colombiana no hay espacio para quienes no provengan de apellidos rimbombantes o de familias de “alcurnia”. Los partidos políticos tradicionales no han contribuido en manera alguna al logro de la igualdad y de mejores condiciones de vida. La prueba reina es que más del 60% de la población en edad de trabajar lo hace informalmente, es decir, por debajo de lo que marca la legislación laboral.

Hoy tenemos una apertura democrática que intenta mantener un esquema de gobierno-oposición. Pero en la realidad las agrupaciones políticas que se declaran partido de gobierno lo hacen para usufructuar el poder, pero no a través de instrumentos transparentes, sino por debajo de la mesa. Son gobierno para recibir puestos y contratos pero no para apoyar los programas del ganador. Las críticas de los aliados al actual presidente es una muestra de que la declaratoria de partido de gobierno debe contener unos compromisos serios, que deben quedar por escrito y hacerse públicos. La ley estatutaria 1909 de 2018 debe perfeccionarse más, para que sea un verdadero estatuto normativo y no un mera referencia para gozar de privilegios y no comprometer la responsabilidad política. Después analizaremos esa ley. El pueblo espera un cambio, pero con amigos como los que tiene el gobierno, el avance no será notorio, si no hay voluntad de eliminar privilegios y leyes monopólicas que solamente protegen el capital y no la vida, la dignidad y los derechos de los más necesitados.

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