TRANSICIONES DEMOCRATICAS

La caída de Pedro Castillo como Presidente del Perú deja muchas enseñanzas, pero la primera es que el cambio de ideología en cualquier pais requiere tonos suaves, tiempo y paciencia. Hay que reconocer que en toda sociedad hay grupos de poder que mantienen condiciones muy duras o flexibles para entrar a un gobierno nuevo. Para eso se necesita inteligencia y capacidad de negociación. Ningún pais es comparable con otro. Las crisis de cada territorio se solucionan con fórmulas propias o con propuestas importadas pero bien escritas e implementadas. El comienzo del Presidente Castillo fue traumático, pero no se vio apoyado ni por su propio partido, ni por las fuerzas armadas. Ese tipo de gobiernos no se sostienen. Y hay otro ingrediente adicional: no puede haber actos de corrupción. Algunas críticas que se le hicieron al nuevo gobierno peruano estaban centradas en reuniones secretas con empresarios y otros líderes que al parecer hacían negociaciones escondidas con el Presidente y algunos de sus ministros. Esas acusaciones son fatales.

Según la prensa peruana Castillo fue vinculado a 6 casos de corrupción y la Fiscalía lo acusó de una trama criminal “enquistada en el Palacio de Gobierno”. La investigación involucra también a dos exministros y se fundamenta en “la obtención de beneficios económicos por nombramientos en puestos clave, en el cobro de porcentajes de las licitaciones ilícitamente obtenidas y el uso ilícito de las facultades presidenciales”. El Congreso podía levantarle la inmunidad al Presidente, por eso se cree que éste se adelantó a decretar su cierre, en contra de la opinión de muchos sectores políticos, sociales y económicos del Perú. Si bien Castillo está amparado por la presunción de inocencia, va a ser complicado revertir los hechos ya consumados, con la posesión de la Vicepresidenta para continuar con el cumplimiento del periodo presidencial.

Los grupos de poder pueden mostrar altos niveles de una atmósfera democrática, pero también de temor o de sospecha; igualmente puede haber manifestaciones de agresividad; pero igualmente podemos encontrar amistad cálida o un ambiente autoritario. Hay ejemplos de hombres independientes que para llegar o sostenerse en el poder tuvieron que adoptar el apoyo de un partido. (Ver Disraeli- A. Maurois). “Pero la confianza lo destruye todo, incluso las coaliciones que parecen invencibles.”  También ocurre cuando los gobernantes ofrecen el perdón a los traidores del régimen y, después, tienen que castigarlos generando la revancha. (Fouché- Stefan Zweig). Para algunos, finalmente, hay ideales como el príncipe de Maquiavelo, cuya “ importancia histórica consiste en haber presentado al Príncipe como personaje ejemplar, no sometido a normas religiosas, y sin reconocer la ética separada de la política”. (Maquiavelo y sus intérpretes-Luca D’Asia). Los cambios requieren personajes pero también programas y acuerdos que se cumplan al pie de la letra.

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