SILENCIO EN LA DERECHA

Los conatos de saboteo de la derecha contra el gobierno Petro, se ven silenciados por el trabajo que viene adelantando la nueva administración para cumplir con el programa que ganó las elecciones de 2022. Calla la derecha para explicar que la crisis que vivimos internamente con el dólar y la deuda, vienen del gobierno anterior, incluso con cifras aportadas por el Banco de la República que ha reconocido que dispuso de una política contra cíclica para evitar que los efectos de la pandemia de COVID19 fueran mayores. El gobierno anterior aumentó el gasto, aumentó la deuda y por ende los problemas de pobreza. El otro fenómeno que no fue combatido adecuadamente fue la corrupción, contra lo cual los colombianos votamos mayoritariamente por el cambio en las elecciones presidenciales.

La derecha no es solamente un partido, es una masa informe y desconocida que manipula el poder, que desconoce los derechos de los más pobres y que busca enriquecerse por todos los medios posibles, para mantener sus niveles de privilegio. Mientras los ingresos de los más ricos suben, los desheredados y la clase media sufren las consecuencias de los malos gobiernos y de los cortesanos que impone la riqueza. Los buenos exportadores colombianos deben estar de plácemes por la cantidad de dinero extra que están ganando con el alza del dólar, pero si les dicen que deben pagar un poquito de toda esa riqueza que están recibiendo, dicen que no se las pueden quitar porque es para reinvertir y para ahorrar. Lo que no manifiestan es que gran parte de esos nuevos ingresos se derrochan en fiestas con sus amigos y allegados, comprando bienes suntuarios y haciendo alarde de una opulencia transitoria, mientras la gran mayoría padece hambre.

Por eso las denuncias sobre corrupción se comentan con titulares en minúscula o en las páginas interiores de los periódicos. No hay un llamado de atención para que los lectores sepan que el dinero de las víctimas de la violencia se usó para el usual reparto que hacen camarillas enquistadas en los altos niveles del poder, desde donde direccionan licitaciones y gastos inútiles para dejar miles de obras inconclusas  en todo el territorio. La Contraloría afirmó (11/04/22) que encontraron 1093 proyectos no terminados, con problemas de ejecución, por cuantía superior a los $6 billones. Y no hablemos de las nóminas paralelas, de recomendados con más de 10 contratos de prestación de servicios y otros con contratos por sumas millonarias para no hacer nada. Es bueno hacer oposición pero reconociendo que en muchas cosas se equivocaron y por eso perdieron el poder.

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