LA REFORMA TRIBUTARIA

El Congreso y el  gobierno dieron el primer paso en la aprobación de la reforma tributaria. La votación en primer debate en las comisiones económicas demuestra que la coalición está funcionando de conformidad con los acuerdos. Es evidente que en la oposición hay bastante nerviosismo, porque de tener éxito el primer gobierno de izquierda en Colombia apoyado por sectores de centro, la derecha que gobernó al pais se quedaría por fuera de la administración por lo menos 20 años. Eso llena de nervios a todos los que vivían del presupuesto público y que manejaban a su antojo complaciendo a los sectores económicos más poderosos y a ciertos contratistas que saboreaban los ingresos multimillonarios de jugosos contratos que se les han adjudicado en las últimas décadas.

Ni las expresiones públicas, ni la movilización en las grandes ciudades de los que denigran del nuevo gobierno deben atemorizar a quienes representan al pueblo en las altas esferas del poder. Los cambios que se están viendo por parte de la población más vulnerable llena de confianza a quienes votamos por el Pacto Histórico. Colombia estaba exigiendo una transformación profunda en sus estructuras administrativas, que esperamos se traslade a las altas Cortes y al Congreso.

Los monopolios establecidos por las ramas del poder público y los órganos autónomos han ralentizado la movilidad social y económica en Colombia. Solamente algunos pocos privilegiados logran traspasar la barrera de la clase media para llegar al gobierno o a la justicia. Es grave que nuestro pais siga reflejando el dominio de una clase rica que oprime y concentra decisiones y la tesorería del Estado en beneficio de sectores que actúan como señores medievales, manejando la autoridad desde los clubes sociales y desde las grandes empresas. Esta situación tiene que llevar a la revisión de los ingresos de los contratos estatales derivados de licitaciones amañadas en infraestructura vial y en los grandes negocios como las concesiones con peajes y los servicios públicos que el Estado  ha entregado a favor de 20 o 30 particulares. Igualmente es necesario cambiar los administradores de la parafiscalidad en Colombia usada más como instrumento de presión política que como buen manejo de recursos de sectores específicos.

Lo más importante en el inmediato futuro es no tener escándalos por corrupción, trabajar con eficiencia y con servidores públicos comprometidos con el programa del Pacto Histórico. Hay que enfatizar en el diseño de los programas y proyectos derivados de las promesas de campaña; y que cada uno de ellos tenga revisiones y evaluaciones periódicas para mirar los avances. De lo contrario, tales servidores deberían ser reemplazados por otros. Cumplir a los electores las promesas es la clave del éxito frente a la futuras generaciones y elecciones que haya en Colombia.

Se el primero en Comentar

Deja tu respuesta