FUTBOL COLOMBIA

Si alguna actividad es importante para un pais son las deportivas. Con ellas se estimula el crecimiento en el sector turístico y, además, se mantienen niveles aceptables de salud comunitaria y de integración y solidaridad humana. Nada une más que un partido de fútbol, con sus colores alegres, la algarabía de los asistentes que se creen ellos mismos metidos en el verdor y la angustia de la cancha. En Colombia un equipo de 21 niñas y su grupo técnico acaba de darle una lección a todos los dirigentes del sector, poniendo la camiseta en el subcampeonato femenino mundial, cosa nunca lograda en 100 años.

El futbol de Colombia es una élite de personajes que, además en casos específicos, se han visto envueltos en escándalos, defraudaciones y mafias. Los jugadores se negocian como en una feria de ganado, dependiendo de las características del ejemplar. A veces se crea un boom a favor de jugadores que no tienen ninguna pericia y, en otras, los verdaderos deportistas de alta calidad son relegados por sus propios representantes. No obstante los obstáculos para ascender y calificarse como verdadero ídolo del balón la selección sub-17 les dio un lección a los dirigentes de la FCF, que se creen intocables y a los cuales el gobierno debería intervenir pata que todos los dineros del deporte sirvan a las nuevas generaciones para subir en sus deseos de servir al pais y mejorar sus propias condiciones económicas y sociales. Ningún monopolio es bueno y menos cuando un deporte popular está en manos de un grupúsculo de genios que nada le aportan a la sociedad.

Nuestro futbol tiene historia desde comienzos del siglo XX. A lo largo de toda su historia ha tenido el apoyo de los gobiernos. Sin el guiño de los poderes estatales no es posible tener patrocinios o vinculaciones internacionales. A menos que los dirigentes se crean tan poderosos que sean capaces de resistir la oposición de un gobierno y del pueblo organizado. Parece que es hora del “Cambio” con mayúscula y consultar con la FIFA qué se puede hacer para que el deporte sea popular y que no beneficie solamente a los dirigentes sino que los dineros recaudados se irradien para el beneficio de todas las personas que quieren ejercitarse en las disciplinas deportivas, crecer en ellas, representar a su pais y ser símbolos para las generaciones futuras.

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