OPOSICION DESAFIANTE

Es apenas entendible que a la oposición no le hubiera gustado la elección de Gustavo Petro como Presidente de la República, con la mayor votación en la historia colombiana. Tampoco les gustò el nombramiento del Ministro de Defensa, ni de la Ministra de salud, ni la de Minas y Energía, ni el Director de la Unidad de Protección. No faltaba más sino que el primer mandatario consultara los nombramientos de sus subalternos con el expresidente Uribe, ya en absoluta minoría, tanto, que tuvo que acercarse a la elección de Contralor para no quedar por fuera del reparto que generalmente se hace en esa dependencia que poco tiene de técnica. Había que escoger Contralor entre quienes estaban en la lista montada por el Congreso anterior y eso se hizo eligiendo al mejor de la nómina ofrecida. A la oposición liderada por el Centro democrático hay que darle las mismas gabelas que ellos ofrecieron con su ejemplo en los anteriores gobiernos, desconociendo la ley de garantías, haciendo política abierta en favor de los partidos oficialistas y modificando Juntas Directivas de las principales empresas para dejar a sus amigos enganchados al poder.

El pueblo sabe que la oposición no aguantará a un Presidente como Gustavo Petro, enfrentando una campaña política contra la oposición de hoy, con todo el poder que da estar en ese cargo, con el dinero y los puestos que se pueden dar sin esfuerzo alguno para que la voluntad de todos se doble ante la supremacía presidencial. Es bueno que la oposición vaya expresando qué es lo que más le duele, porque ellos abusaron del poder como nunca antes se había hecho, hasta con la consigna pública de que “Petro nunca será Presidente”. Pero las mayorías se impusieron en todas las encuestas y, además, en tres elecciones que concluyeron con la escogencia del primer Presidente de ideología diferente a la gobernante.

Y seguramente seguirán los cambios porque de eso se trató el enfrentamiento electoral del 2022: reemplazar unos lideres por otros, unas ideas por otras y unas organizaciones sociales con otras. El gobierno se ha creado para que lo manejen las mayorías y asì se estableció en las pasadas elecciones. Los excluidos y desconocidos llegan al poder a ejercer sus derechos y a repartir el bienestar que les negaron durante tantos años. Es comprensible entonces que los huérfanos de la burocracia de hoy sean los que más protesten y exijan las garantías que ellos nunca ofrecieron ni respetaron. Importante que se den cuenta de lo necesario que es el ejercicio imparcial del poder, con la aplicación de los principios de eficiencia, transparencia, moralidad y eficacia. A ninguno de los nombrados los pueden acusar de actos deshonestos contra el erario. Pueden decir que enfrentaron al Estado, pero también la oposición debe reconocer que fueron perdonados, con indultos y amnistías, aprobadas según la constitución y leyes vigentes en cada etapa de la historia. Por eso en la oposición hay “llanto y crujir de dientes”.

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