El pais necesita eliminar la violencia que proviene de todos los sectores. En lo que va corrido del año se han presentado 53 masacres con resultado de 185 víctimas, según Indepaz, con corte a julio 12. La Fundación Pares entrega como informe 179 actos violentos, entre enero y mayo del 2022, siendo marzo el de más hechos de violencia con 27, que dejaron 39 víctimas. En el 68% de los casos no se conocen los posibles autores. Medicina legal dijo que en lo corrido de 2022 (21 de julio) hubo más de 13.000 muertes violentas en Colombia, de las cuales 926 eran menores de edad (Infobae). Ese panorama no puede llevar al presidente saliente a decir que entrega un ELN más debilitado y que los grupos armados ilegales están controlados o desmantelados. Algo pasa con las estadísticas del gobierno Duque, porque nada coincide con la realidad.
Así como la guerra que se libra en los territorios tiene fallas en los resultados, lo mismo ocurre con los informes financieros entregados a las comisiones de empalme, pues los datos según los medios de comunicación, no se pueden comparar con ninguna otra cifra, en la medida que no existen indicadores de gestión ni parámetros iniciales que pongan en evidencia los resultados finales. Los beneficiarios de los programas sociales son tomados mediante aproximaciones y cálculos de cómo se distribuyen los recursos, pero no hay datos de personas reales recibiendo los dineros que según el gobierno fueron entregados. No hay verdadero seguimiento de los proyectos y programas y, por eso, vemos también que el tema contractual y las vinculaciones de personal a última hora son todo un desorden en cuanto a obras iniciadas y terminadas en este cuatrienio y al número de nombramientos.
Las fallas del gobierno Duque se muestran con los resultados electorales de los aliados de su programa que redujeron los votos en casi todas las regiones, salvo algunas excepciones, y perdieron la Presidencia, por más de 700 mil votos, cuando sus amigos repetían que iban a ganar con 12 millones de electores apoyando a quien decía que si se lanzara a la reelección lo lograría. Si las personas en las regiones hubieran estado en paz y satisfechas hubieran tenido resultados más favorables. Por eso la consecuencia electoral evidencia que los territorios se encuentran desatendidos, que la violencia se ha mantenido y que las políticas públicas no han llegado a los que más las necesitan. De allí que el Pacto Histórico inicie sus actividades tratando de consolidar la paz total, con un ejercicio de diálogos regionales para que cesen los ataques a la fuerza pública y a los ciudadanos inermes. La paz se hace con fuerzas hostiles a la sociedad y al gobierno. Por eso todo acuerdo que se haga debe incluir necesariamente la dejación de armas o su silenciamiento previo.
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