SOÑANDO VICTORIAS

La linea programática de la derecha será afirmar que los 5 millones de votos registrados por “Fico” apoyarán a Rodolfo Hernández. Sueñan victorias ajenas para poder seguir manejando presupuestos y cargos burocráticos que les salven su permanencia en la política nacional. Ninguno de los derrotados sabe lo que es perder una elección, porque siempre quedan acomodados. Los expresidentes son especialistas en esas triquiñuelas. No se separan del poder porque siguen administrando Ministerios, Departamentos Administrativos y Gerencias o Superintendencias, medios a través de los cuales mantienen el control de sus maquinarias. Si se les acaba la contratación directa y los contratos de prestación de servicios o los encargos en provisionalidad, su poder se interrumpe por 4 años, lo que significa que desaparecen del entorno ciudadano, su aparente poder es ineficaz, su estela de influyentes termina como parada en seco. La confusión entre Senadores y Representantes que apoyaron a Fico Gutiérrez debe ser igual a la del ganador del baloto que no fue reclamado en tiempo. De nada le vale el tiquete viciado de caducidad.

Las elecciones presidenciales de segunda vuelta prácticamente se repiten en número de votos a menos que algo extraño ocurra. La volatilidad de los electores es tan patente como el giro de la tierra alrededor del sol. Los votos cambian de beneficiario, como hacen los capitales cuando hay pocas posibilidades de utilidad. La certeza de que Rodolfo Hernández no es mejor que Petro como persona preparada para gobernar y como experto en temas económicos, políticos y de seguridad, va a llevar a los votantes de Fico Gutiérrez a una desbandada hacia el candidato del Pacto Histórico. Los ciudadanos saben que la posibilidad de tener un mejor país está del lado de las mayorías que se mostraron en la primera vuelta y consolidarán esa expresión en la segunda.

Los colombianos no pueden ignorar que en un sentido amplio, todas las decisiones del Estado respecto del funcionamiento de la economía y la organización de la sociedad constituyen una forma de regulación económica y social. Sin dicha regulación general del Estado, el mercado económico no podría existir ni funcionar. Petro tiene suficientes títulos en esta materia para desempeñarse mejor que Hernández. La macroeconomía requiere estudios especializados y Hernández no los tiene. El fracaso de Duque fue su ignorancia en temas de administración pública por su falta de experiencia, tanto que sus Ministros sin excepción han sido criticados y evaluados como “mediocres”. El Artículo 189 numeral 25 de la Carta Política, por ejemplo, da importantes poderes al Presidente para regular el crédito público, régimen de aduanas, comercio exterior, y actividades financiera, bursátil y aseguradora mediante leyes marco, régimen salarial de empleados públicos y prestaciones mínimas de trabajadores oficiales (Art. 150 numeral 19 Constitución). Esa no es tarea fácil y los estudios y las competencias laborales deben ser adecuadas al oficio. Dicha tarea puede cumplirse desde el primer día del mandato. Nuestro deber es ratificar con mayorías más contundentes el triunfo del Pacto Histórico para que el país avance y la paz y los derechos de las personas se respeten.

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