DERECHA DERROTADA

Con más de 8 millones de votos el candidato del Pacto Histórico Gustavo Petro se impuso en la primera vuelta para la elección de Presidente de la República de Colombia. Segundo quedó Rodolfo Hernandez con casi 6 millones de votos (99.99% de votos escrutados). Dos candidatos que afirmaron en campaña luchar contra la corrupción, el primer problema que hoy registran las encuestas respondidas por los ciudadanos, que se dieron cuenta que las castas regionales se están quedando con los recursos del erario que deberían ir a la salud y a la educación de todos. Ahora lo importante es saber si los dos precandidatos que pasaron a segunda vuelta van a recibir a quienes estuvieron con Gutierrez, de quienes dijeron que representan lo peor de la política nacional. Sería un grave error que después de semejante derrota hagan confluir en sus equipos de trabajo a los representantes de la politiquería que afirmaron combatir en su campaña lo que les dio el resultado arriba anotado. Los perdedores deben dejar en libertad a sus seguidores y que sean ellos mismos quienes escojan por quien votar en la segunda vuelta.

Queda demostrado que el pueblo colombiano está cansado de todas las tropelías cometidas por los actuales dirigentes y que el gobierno Duque ha sido un fracaso.  Que sus actos históricos, en todos los sentidos, proclamados por tirios y troyanos desde la comunicaciones de la Presidencia, quedaron enterrados en una profunda sepultura por el pueblo que rechazó de manera estrepitosa al actual gobierno y a sus aliados políticos. Solamente falta saber qué camino van a tomar cuando mayoritariamente la democracia se expresó por un cambio sustancial con los apoyos dados a los dos candidatos que pasaron a segunda vuelta: más de 13 millones de votantes inconformes. Colombia expresó su deseo de cambio y su alejamiento de las ideologías de derecha. Hoy la mayoría de los votantes reclama el derecho a la paz y a la consolidación de políticas y programas que desarrollen los derechos de primera, segunda y tercera generación, tan olvidados por los políticos y empresarios adictos al poder.

Se le acabó la guachafita a la derecha con el tesoro público y con los contratos. Los colombianos esperamos que no haya un cambio sustancial en los programas ya expuestos y que no dejen llegar a las campañas a los dirigentes derrotados. Que sean tratados eso si con respeto y que se gobierne para todos, ejerciendo el primer mandatario como “símbolo de la unidad nacional”. Que se recupere la paz total en el territorio de la República y que el respeto y apoyo económico a la realización efectiva de los derechos humanos sea el primer punto de la agenda a partir del 7 de Agosto de 2022. La derrota del equipo por Colombia, con Duque 2 de candidato, demuestra que las gestiones de esos flamantes alcaldes y gobernadores quedaron en deuda con miles de ciudadanos que  manifestaron su rechazo en las urnas.

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