RUIDO DE SABLES

La Revista Semana publicó un artículo recogido en forma reservada que encabeza así: “Decenas de generales y otros oficiales y suboficiales de todas las fuerzas, además de soldados, aceptaron hablar con esta revista bajo la reserva de su identidad, para evitar represalias e investigaciones, y expresaron lo que están sintiendo a menos de un mes de la primera vuelta presidencial”. El aviso periodístico anuncia que la fuerza pública se encuentra alebrestada por las declaraciones del General Eduardo Zapateiro, quien ha recibido voces de aclamación de la derecha colombiana y de su Jefe el Presidente Duque. Tanto al Presidente como al General se les ha olvidado que “Las autoridades de la República están instituidas para proteger a todas las personas residentes en Colombia en su vida, honra y bienes”(Art.2º Constitución). También están desconociendo los principios de la función administrativa que se desarrolla con fundamento en la igualdad, moralidad, eficacia economía, celeridad, imparcialidad y publicidad. (Art. 209 Constitución). Y especialmente el Presidente de la República olvida que es su función “dirigir la fuerza pública y disponer de ella como comandante supremo de las fuerzas armadas de la República” (Art. 189 núm. 3º Constitución). Bueno es recordarle al mandatario que sus palabras y acciones son incendiarias y que está retando a un pueblo que tiene orientación al cambio político, social y económico según las últimas encuestas.

En Wikipedia encontramos esta lista de eventos: “Golpe de 1828ː Simón Bolívar se declara dictador al fracasar la Convención de Ocaña. No pudo ejercer el poder por problemas de salud y persecución política y militar. Golpe de 1831ː Rafael Urdaneta toma el poder ante la ausencia de Bolívar, quien había muerto un mes antes, en 1830. Golpe de 1854ː José María Melo le arrebata el poder a su amigo el general José María Obando. Golpe de 1861Tomás Cipriano de Mosquera se rebela contra el gobierno legítimo del conservador Julio Arboleda. Golpe de 1867ː El Partido Liberal apresa y exilia al presidente Tomás Cipriano de Mosquera, quien se había declarado dictador. Golpe de 1886ː El presidente Rafael Núñez declara derogada la Constitución de 1863. Sin embargo dio a Colombia una nueva constitución, la de 1886. Golpe de 1900ː El vicepresidente José Manuel Marroquín se hace posesionar como presidente y ordena poner bajo arresto al titular Manuel Sanclemente, aprovechando su avanzada edad y su ubicación remota de la capital. Golpe de 1904ː El presidente Rafael Reyes clausura el Congreso, declara anulada la Constitución de 1886 y convoca una Asamblea Constituyente que fracasó. Golpe de 1944ː Miembros de la VII Brigada apresan al presidente Alfonso López Pumarejo que se encontraba en Pasto, lo trasladan de un hotel a una hacienda, lo y obligan a dimitir. En Bogotá el caos se contiene y no se logra el cometido de los insurrectos. Golpe de 1953ː El general Gustavo Rojas Pinilla le arrebata el poder al designado Roberto Urdaneta, quien ejercía el cargo ante la ausencia por problemas de salud del titular Laureano Gómez. Rojas renuncia en 1957.”

Como vemos, con estos antecedentes,  es grave entonces lo que está ocurriendo si como dice el medio periodístico algún miembro de la tropa dijo: “Es muy duro en nuestra mente haber peleado contra el M-19, que causó actos de terrorismo, secuestro y demás, y de repente alguien que perteneció a ese grupo, por un tema político, sea el comandante en jefe de las Fuerzas Militares, legales y que defienden las nobles causas del Estado”. Si esta posición se generaliza se estaría violando la Constitución y la ley toda vez que los guerrilleros incorporados a la vida civil están limpios judicialmente como cualquier alto mando de la fuerza pública. El odio pues no es propio de los servidores públicos que reciben el salario de los impuestos que pagan todos los colombianos, por el contrario su consigna debe ser  defender la paz como derecho y deber de obligatorio cumplimiento (Art. 22 Constitución). “La sabiduría no está en saber lo que se ha de decir, sino en saber lo que se ha de callar” (José de Larra). Pero, por si acaso, fuera excelente que los personajes se leyeran el artículo 467 del Código Penal (Modificado por la Ley 890 de 2004 Art. 14). Tomar el poder en un Estado moderno no es tan fácil.

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