ASOCIACION POPULAR

Los poderes gobernantes en Colombia, basados en factores económicos y en la fuerza pública no están entendiendo que el resultado de las encuestas es la asociación popular que ha promovido el pacto histórico. Si bien es cierto un pequeño sector de la población tiene el poder económico, el mayor porcentaje de habitantes del territorio tiene el poder político, fundado en el voto de cada ciudadano. La mala gestión del Presidente Duque y los errores cometidos desde el Congreso con la coalición de partidos de derecha ha llevado a que los diferentes grupo excluidos se unan para enfrentar en estas elecciones la corrupción, los carteles de la contratación y a los jefes de la manipulación laboral mediante contratos de prestación de servicios. El Presidente Duque afirma con cierta insolencia que en caso de reelección él estaría en la pelea y sería reelegido, sin analizar que él precipitó  las decisiones populares obligando al pueblo a cambiar la ideología del pueblo colombiano que se sentía de centro para  inclinarse hacia la coalición de izquierda que tiene ofrecido reivindicar los derechos de la mayoría.

La política es una ciencia, pero también es una estrategia y esta última busca generar el mayor consenso entre las diferentes asociaciones existentes para gobernar. El gobierno es posible si se conecta el pensamiento del líder con los intereses populares. Por eso la manifestaciones de los jóvenes y de las personas excluidas demuestran que pueden desafiar el poder de las instituciones mediante el voto popular cambiando el modelo económico y social vigente. Tal comportamiento parecía impensable si los dirigentes gremiales y empresariales en uso de su poder frente al gobierno hubieran dedicado su capacidad de consejo para que los dineros del Estado en mayor medida estuvieran orientados a la inversión social como ordena la Constitución de 1991. (Art. 366 Constitución). “El objetivo de la inversión y el gasto social en la Constitución no es aumentar la producción de determinados bienes físicos -como si éstos fueran valiosos en sí mismos- sino mejorar el bienestar general y satisfacer las necesidades de las personas, en especial de  aquellos sectores sociales discriminados, que por no haber tenido una  equitativa participación en los beneficios del desarrollo, presentan necesidades básicas insatisfechas”. (C-151/95)

Pero lo que hemos evidenciado en las últimas 3 décadas es que los gobiernos dedicaron gran parte del presupuesto al derroche y a la infraestructura, mientras las dificultades en salud, educación, empleo y desarrollo humano se estancaron. La derecha puede afirmar lo contrario, que han hecho todo para ayudar a erradicar la pobreza, pero la realidad es otra y eso se vio en las manifestaciones y gritos desesperados en la gente sacando sus trapos rojos a las ventanas cuando dejaron de percibir los ingresos de la economía informal y del empleo precario en que han mantenido sus vidas. Por eso es imposible una reelección de Duque en cuerpo ajeno, que es lo que representa “Fico” Gutiérrez, el elegido de Uribe. Faltó sensibilidad, solidaridad y el incendio o abismo del que hablan los empresarios lo provocaron ellos mismos siendo indiferentes en las  décadas de mal gobierno, más este último mandato presidencial del Doctor Duque que llenó la copa. El pueblo pues se decidió por sus derechos y no por el empresariado y la clase política gobernante.

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