TODOS ASUSTADOS

En la página de facebook del Museo de Antioquia encontré esta meditación. “No debo temer. El miedo es el asesino de la mente. El miedo es la pequeña muerte que conduce a la destrucción total. Me enfrentaré a mi miedo. Permitiré que pase sobre mí y a través de mí. Y cuando haya pasado, miraré dentro de mí para ver su camino. Cuando el miedo se haya ido no habrá nada. Solo yo quedaré”. Las guerras siempre infunden miedo, la pobreza y el dolor también. Por eso los oportunistas que explotan los temores son personas ruines. Nada más alentador que el cambio positivo, aquel que nos conduce al bienestar de la raza humana. Y la política nació para eso, para conciliar y alcanzar objetivos nobles. En ese camino hay grupos que defienden el statu quo o el inmovilismo, en todas las áreas, economía, religión, poder, educación. Otros prefieren cambios estructurales. Cuando las cosas se ponen pesadas y las situaciones no parecen ofrecer nuevas oportunidades, la movilidad social, económica, religiosa y política se vuelven trascendentales. De esta manera “el término izquierda quedó asociado a las opciones políticas que propugnaban el cambio político y social, mientras que el término “derecha” quedó asociado a las que se oponían a dichos cambios”.

En todos los tiempos de la historia humana se han evidenciado épocas de quiebre por causa de fuerzas retardatarias, mientras en otras hemos tenido progreso, desarrollo, iluminismo y paz: así actúan las fuerzas renovadoras. Con razón Emerson afirmaba que “el temor es el heraldo de todas las revoluciones”. Y eso puede ser cierto porque el temor provoca desequilibrios en las personas, conflictos en los hogares, desórdenes en la sociedad, anarquía en las universidades, luchas en las empresas productivas y hasta graves males en las artes, la política, la religión y las costumbres. Infundir temor es malo, pues lleva a que los hijos falten al respeto a sus padres,  los trabajadores se declaran en huelga y los subordinados se sublevan.

El temor tiene a los colombianos asustados: a los de derecha porque según lo refiere Oppenheimer en una columna periodística “Los candidatos antigubernamentales ganaron doce de las últimas trece elecciones presidenciales latinoamericanas desde 2019, conforme a un recuento reciente del Instituto Internacional para la Democracia y la Asistencia Electoral (Idea)”; el Candidato del Pacto Histórico ha vencido en todas las encuestas hasta hoy; los escándalos no lo afectan y su bancada en numerosa en el Congreso elegido. Los de la izquierda temen la intervención abierta del Presidente Duque en Política, con Ministros, Alcaldes y Gobernadores; que hay mucho dinero público en juego y millonaria contratación directa para corromper ciudadanos; que hay amenazas contra sus líderes y que no hay garantías. Ojalá todo ese coctel de pánico y desconfianza no nos lleve al peor de los mundos generando enfrentamientos insuperables y grave daño para el futuro del país. Recobremos todos la cordura y hablemos de programas no de odio.

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