POLITICA Y DERECHO

No cabe duda de que hay puntos de unión visibles entre la política y el derecho, en la medida que la política surge de las ideologías y de las discusiones sobre el tipo de sociedad que queremos y la reglas jurídicas convierten las palabras en derecho público, serio y viviente. Pero las normas aplican para todos. No puede haber excepciones. Por eso sea lo primero comentar las bruscas intervenciones del Presidente Duque rectificando afirmaciones del Precandidato del pacto histórico, como si la suprema autoridad administrativa fuera vocero de algún partido político o de la derecha recalcitrante que lo llevó al poder. Porque él debe respetar el principio de imparcialidad que lo obliga a no inclinar la balanza hacia ninguno de los contendientes, y menos tratándose de un mandatario saliente.

Por esas vocerías de oficio del jefe de Estado, Juan Manuel Galán denuncio la abierta participación en política del Presidente Duque, lo que ahonda más la polarización nacional y enerva los ánimos de la campaña, por los odios que se suscitan en los partidos y movimientos de oposición y en los sin partido. Nada más inexplicable si se tiene en cuenta que los votos de la izquierda y de los partidos de oposición aumentaron precisamente por la mala gestión como administrador de la cosa pública del ex funcionario del BID, ahora jefe de gobierno de los colombianos. Hay que moderar los ánimos, evitando el mal ejemplo, como ocurrió con el Congreso de la Federación de Municipios, que a imagen y semejanza del Presidente los Alcaldes de los pueblos de Colombia se dedicaron a alabar públicamente a Federico Gutierrez. Grave muestra del abuso de poder de servidores públicos que deben estar al servicio del pueblo y no de los politiqueros de turno.

Igual cosa ocurre con el expresidente Uribe que critica el sistema electoral y vocifera falta de legitimidad del Congreso elegido, porque el Pacto Histórico barrió a su partido el Centro Democrático. Reclama que no pueden posesionarse los escogidos por el pueblo sin que terminen las investigaciones. Pero eso mismo no lo ha dicho frente a los delitos cometidos para su reelección Presidencial por lo cual hay condenados de alto nivel, las investigaciones pendientes del caso Odebrecht y los falsos positivos, que debieron llevarlo a retirarse de la política hace varios años y dejar tranquilo al pueblo que ya no le tiene tantos afectos como en el año 2002, cuando aparentemente los paramilitares contribuyeron en mayor medida con su elección y con la posterior reelección. La gente cambia de parecer si las cosas no salen como ellos pensaban y no saben aceptar las nuevas realidades debido a su soberbia y al pensamiento repetido de que su presencia es necesaria para salvar a la patria. Pero nadie es necesario…pasado es pasado y el futuro es de las nuevas generaciones.

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