POCA MEMORIA

Sigue el escándalo por una reunión en la picota. De ella no salió nada, porque los candidatos apenas están en campaña. También la derecha se congrega a escondidas y en conciliábulos, protegidos por la gran cantidad de escoltas de que hacen gala. En todo los niveles los dirigentes de la derecha necesitan protección o, de lo contrario, ellos mismos la contratan. Pero parece que algunos colombianos han olvidado que los grupos paramilitares se crearon para enfrentar a las Farc, con la anuencia en muchas regiones de la fuerza pública y el apoyo de los partidos de derecha. En todos los bandos se ha evidenciado violencia y corrupción. A pesar de eso, después de miles de asesinatos y despojos de tierras, una vez  llevaron a los paramilitares al Congreso, como héroes de la patria. Se reunieron allí como parte de una asociación criminal que integraban casi un centenar de Senadores y Representantes, porque ellos mismos confesaron, y por lo cual fueron condenados, pues se hicieron elegir con apoyo de las armas ilegales que portaban aquellos tentáculos del poder estatal.

En cualquier medio de comunicación escrito o en la Web pueden encontrar esta noticia: “En el 2004 los tres máximos líderes de las Autodefensas Unidas de Colombia, Salvatore Mancuso, Ramón Isaza y Ernesto Báez llegaron a “la cuna de las leyes y el templo de la Democracia” –como dijo Mancuso en su discurso– para legitimar con total arrogancia y cinismo su larga serie de atroces crímenes, su ideología antisubversiva y de ultraderecha, por la libertad de los colombianos e impulsados por el abandono del Estado”. Datos del Centro Nacional de Memoria Histórica, indican que “en 40 años, los grupos paramilitares fueron responsables de 21.000 asesinatos.” Según las cifras de CODHES, “la población desplazada entre 1995 y 2003 abandonó 4.8 millones de hectáreas”.

A pesar de que se hizo un acuerdo con las auto defensas para reintegrarse a la sociedad, los mismos de hoy, que están en el poder, les incumplieron a los paras y a las Farc. Por eso, ese odio hacia la paz es incomprensible cuando se gobierna para todos y no para una clase social o para un partido. Los acuerdos se hacen entre los combatientes o entre el Estado y quienes las leyes consideran su enemigo. Las actuaciones de hoy de cualquier partido frente a posibles amnistías o indultos no son más que actuaciones frente a los ejemplos de ayer. Recordemos que “la paz es un derecho y un deber de obligatorio cumplimiento” y es mediante leyes que se precisan derechos y obligaciones de las partes. No por los diálogos en  una reunión en la Picota o en cualquier otro lugar público o privado. Las Constituciones y las leyes cambian y hay procedimientos para hacerlo. . En todo caso recordemos que “conservar en todo el territorio el orden público” es responsabilidad del Presidente de la República (Art. 189 núm. 4). Esperemos que este 2022 podamos recuperar la paz que proclama el texto constitucional con un Presidente alternativo y no guerrerista.

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