PERDON SOCIAL

Un verdadero escándalo tratan de montar en la extrema derecha por una entrevista que tuvo el hermano del líder del pacto histórico con algunos presos por diferentes delitos en una cárcel del país. Pero lo grave es que ese hecho demuestra que la derecha está haciendo seguimiento a los colombianos desde todas las instituciones gubernamentales. Solamente así se explica que se hayan filtrado informaciones privadas, que el poder del “gran hermano” tiene en la vida social y económica de los ciudadanos. Y esa misma derecha recalcitrante nunca se molestó porque al Congreso en los gobiernos de 2002 a 2010 llegaron, según ellos mismos confiesan, al 30% de representantes del paramilitarismo que asesinaba colombianos sin misericordia. Con Jorge Visbal Martelo hubo 259 políticos condenados por vínculos con las autodefensas. De ellos, 59 fueron senadores o representantes a la Cámara. Unos financiaron a los paras, otros hicieron pactos electorales con ellos y otros, como Visbal, fueron sus asesores ideológicos.(El Espectador 1 de Julio de 2018). Si lo que se busca desde la campaña del pacto histórico es ofrecer amnistías e indultos, no es sino revisar la veintena de normas que tenemos en los archivos y que han servido para reintegrar a la vida civil a ladrones y homicidas, a los que han calificado de delincuentes políticos para salvarlos de sus elevadas penas.

En teoría, la amnistía y el indulto son medidas de carácter excepcional que procuran la reconciliación y la reconstrucción social de un colectivo, obedeciendo a imperiosos requerimientos de orden social y político. En aras de la Paz y el restablecimiento de la concordia entre los ciudadanos, el Estado renuncia a su potestad penal, en favor del interés público. En este sentido, la amnistía es un instrumento que instaura el olvido de delitos de una misma categoría o que hayan sido cometidos en cierta época, sin consideración de casos particulares; es decir, “es una gracia de carácter general que enerva o extingue la acción penal, borra radicalmente el hecho punible, la condena y todos los efectos penales que de ella pueden derivarse”. El indulto, por su parte, es el perdón dado a una categoría de hechos cometidos por una determinada persona, que reconoce el delito, pero se le condona parcial o totalmente, “atenuando la dureza de la ley sobre la base de una condena”.(Ver enlace: vlex.com.co)

Ahora bien, recordemos que tanto Farc como Paramilitares era considerados como de la peor calaña por sus actos de barbarie. Pero en el fondo eran amigos de sectores políticos y sociales en todo el territorio colombiano. Las atrocidades no han cesado, por tanto, sí se justifica una decisión del gobierno que elegiremos en 2022, para que asuma la responsabilidad de devolverle al país la paz total. De otra manera y por las reacciones de la derecha a una simple exploración del perdón social nunca tendremos paz en Colombia hasta la destrucción de quienes ellos consideran sus enemigos para garantizarse a sí mismos los privilegios, derechos y garantías, que no le reconocen al pueblo “del cual emana el poder público” (Art. 3º Constitución Política).

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