DERECHA SIN GOBIERNO

La mutaciones de los partidos con vocación de poder los hace convertirse en grupos de derecha cuyas características han sido descritas por los analistas del devenir político. Lo más grave es que se expresan mediante actitudes racistas, xenófobas, homófobas, machistas, teocráticas o reaccionarias. Pero especialmente usan la fuerza pública para mantener bajo control las diferentes manifestaciones libertarias de los ciudadanos. La derecha no ha entendido que la sociedad está cambiando vertiginosamente y tampoco que el Estado es una urdimbre de instituciones que conforman el gobierno pero, lamentablemente, todas ellas han permanecido en manos de agentes de la derecha poco eficientes y eficaces y han llegado a un total desprestigio, tanto que hoy los niveles de desfavorabilidad dentro de la ciudadanía son bastante altos. según el DANE el 90.9% de los ciudadanos no se identifica con ninguna fuerza política. La causa: mentiras, corrupción, no representan a nadie.

En efecto, según INVAMER, los colombianos tienen una mala imagen de la Policía (62% de desaprobación), la Procuraduría (58% de desaprobación), Contraloría (57% de desaprobación), Corte Constitucional (62% de desaprobación), Fiscalía (68% de desaprobación), la Corte Suprema (68% de desaprobación), el Congreso (82% de desaprobación), entre otras instituciones. Las Fuerzas Militares, que no son políticas,  tienen una popularidad del 50% y una desaprobación del 43%. El mayor esfuerzo que debe hacer un gobierno es fortalecer la credibilidad de las instituciones, pero en nuestra democracia hay falencias notorias de respeto que restan apoyo de la opinión pública a las actuaciones y competencias de cada área del gobierno. Si el 80% de las personas no creen en la institucionalidad porque consideran que hay elevada corrupción es necesario tomar medidas más drásticas para eliminar las causas de todos esos males.

La esperanza, entonces, es que con un cambio de ideología la derecha tome conciencia de que ha hecho las cosas regular o mal y que por eso la alternancia en el poder se vuelve una expectativa para la mayoría de los colombianos. Queda la ilusión de que el nuevo gobierno, que deberá ser progresista, ajuste los altos cargos con gente muy competente y honesta y reforme las instituciones que sean necesarias para ajustar el funcionamiento de todas las entidades al plan de desarrollo que deberá ejecutarse en los próximos cuatro años. Es obvio que la gran lucha de la derecha es para que no los dejen sin puestos y sin contratos, después de haber usufructuado durante tantos años el presupuesto público. Ya se ven cambios en importantes instituciones como Ecopetrol donde la derecha busca mantener el control, lo cual hacen antes de la tormenta. Pero recordemos que en derecho las cosas se deshacen como se hacen. Y no nos olvidemos del caos institucional que causó la reelección Presidencial y el rompimiento del equilibrio de poderes. Pero poco les ha importado. Cosas de la derecha.

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