NO MAS: ES UNA MASACRE

No nos sirvió para nada la experiencia de haber juzgado y condenado a nazis por crímenes de guerra. La ONU es una organización internacional creada para evitar las guerras, los abusos de los fuertes contra los débiles, pero esas esperanzas están esfumándose con el ataque que Rusia le hizo a Ucrania. Poco importan las razones de fondo que haya tenido Rusia para iniciar esa intervención especial, como la llaman eufemísticamente, para masacrar a niños inocentes y mujeres indefensas. Para todos en el mundo, y gracias a las redes sociales, supimos que Rusia atacó a Ucrania, que inició el avance con soldados, tanques, misiles y otras armas no convencionales, como lo relatan quienes están padeciendo ese horrible camino al calvario. Las ciudades están destruidas y más de 3 millones de personas ahora son refugiadas. Perdieron sus viviendas, su vida tranquila, sus empleos, su salud, las comodidades de su hogar y hoy son parias por culpa de una persona o grupo de personas que creen que recuperar territorios o imponer una raza o un idioma, haya que hacerlo a sangre y fuego.

Desde las más lejanas tierras los habitantes del globo repetimos el video de YouTube sobre lo que era Ucrania antes de tanto salvajismo, sus construcciones milenarias, sus capillas y cúpulas, sus ríos cristalinos, su gente campesina sembrando girasoles y sus habitantes en las calles y plazas disfrutando un atardecer. También nos dedicamos a leer las declaraciones pusilánimes de quienes tienen la obligación de velar por la paz de todo el planeta, las distorsiones de la capacidad de decisión de las mayorías que pueden ser bloqueadas por el voto de un poderoso que según los estatutos de la ONU pertenece al club de los  intocables. No hay derecho. Las normas internacionales son endebles, no cumplen su finalidad, y lo demostrado por la agresión de un país a otro, es que estamos en manos de la antigua barbarie, que nadie puede parar. De ahora en adelante todos viviremos otra vez con miedo, porque no hay potencia o coalición alguna que nos defienda de la demencia de cualquier abusador del poder.

En el extraordinario libro “La libertad del Temor” (Perez-Pereyra-Chaij-1965) leemos: “Decía Ramiro de Maeztu que los autores políticos de las últimas décadas se dedicaban a discutir acerca de si logrará imponerse en nuestra civilización el poder político-militar o el poder económico”. Esto por cuanto la teoría militarista  basada en un culto a la fuerza, convierten a la persona en simple objeto, en una mera “pieza de ajedrez” en la historia. (Pág. 39). En esta nueva crisis del humanismo pierden los débiles y ganan los poderosos.

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