La llegada de caras nuevas al Congreso será muy útil para la transformación que esperan todos los colombianos. El voto secreto que deben depositar los votantes es la clave de esa transmutación que ofrecen los candidatos de los partidos alternativos. Si no queremos seguir siendo el país que se queja de la falta de ética, de los problemas sociales y económicos, de la falta de trabajo, de la precariedad de los servicios de salud, de la informalidad, de la inseguridad callejera, debemos ejercer el derecho de escoger libremente a los legisladores, para que aprueben actos legislativos y leyes que enaltezcan la dignidad humana y creen un ambiente de solidaridad, igualdad y concordia entre todos.
Salvo durante el tiempo en que se aprobaron actos legislativos y leyes a través del procedimiento “fast track”, el Congreso ha ejercido sus competencias como si estuviera falto de combustible, apenas devengando y olvidándose que dentro de sus funciones está hacer control político al Gobierno y poner en evidencia las fallas que se presentan en el cumplimiento de los deberes funcionales de todos, incluyendo al Presidente de la República. El entusiasmo legislativo tiene que recuperarse escogiendo legisladores que traigan ideas novedosas a la política y especialmente aquellos que se hayan preparado para cumplir sus tareas. No podemos votar por quienes han estado vinculados a casos de corrupción, ni por aquellos que de una u otra manera estén vinculados a procesos por pérdida de recursos públicos, enriquecimiento ilícito y presuntas irregularidades en los procesos electorales para llegar al cargo; además, por parapolítica, homicidio o prevaricato.
Tampoco debemos dar el voto por quienes tengan parientes que hayan sido condenados por estos u otros delitos. Igual proceder debemos tener con aquellos que tienen trámite de procesos por pérdida de investidura, o cuyos parientes hayan sido excluidos con fallos del Consejo de Estado. Tengamos en cuenta que el reciente escándalo que dejó a los niños de los pueblos más apartados de Colombia sin conexión a internet en el mencionado contrato del Mintic-Centro Poblados al parecer hay 4 congresistas involucrados, además de los funcionarios y contratistas investigados. Pensemos al momento de votar que en el 8.000 fueron condenados 26 congresistas y por el caso de la parapolítica han investigado 51 congresistas y 29 están detenidos, 31 de ese total ya han sido condenados. Los partidos afectados por las acciones de sus congresistas fueron cambio radical, partido liberal, partido conservador, partido de la U. Un punto de especial gravedad para los votantes es recordar que los actuales congresistas no aprobaron la reducción del Congreso, ni bajarse sus salarios y tampoco limitaron el periodo en las corporaciones públicas. Razones tenemos para ser rigurosos como electores, y en vez de quejarnos actuar proactivamente privando de nuestro voto a esas personas cuestionadas moral, administrativa y judicialmente.
Se el primero en Comentar