DEMOCRACIA DEFICIENTE

El último informe publicado por la revista británica The Economist nos califica como una democracia deficiente, teniendo en cuenta los factores analizados y que incluyen “su sistema electoral y pluralismo político, las libertades civiles, el funcionamiento de su Gobierno, la participación y la cultura políticas”. (Statista-Mónica Mena Roa-02-22) Por eso la inconformidad del pueblo colombiano, mayoritariamente pobre, se fundamenta en la imposibilidad de tener acceso al mejoramiento de sus condiciones sociales y económicas, por culpa de un Estado autoritario y cerrado para las clases menos favorecidas. Los gobiernos hacen poco y a veces nada para eliminar las desigualdades que permanecen en el tiempo, ante la mirada displicente de mandatarios y congresistas dedicados de manera constante a la defensa de sus propios privilegios. Los gobiernos equivocados creen que entregando subsidios eliminan la pobreza, pero la ciencia económica y la realidad demuestran que no es así.

El principio de igualdad, que debería referirse a todas las situaciones de las personas en sociedad, se ha venido decantando en perjuicio de los más humildes, pues a los ricos los mantienen nivelados con los de su clase y a los pobres los dejan en el despeñadero. La igualdad formal ante la ley debe complementarse con la igualdad material, como en el caso de las pensiones. Mientras a unos les otorgan las pensiones más elevadas (Congresistas, Altas Cortes, Procuraduría, Contraloría, Fiscalía) a los demás trabajadores les entregan las más bajas o les quieren quitar las que ya tienen. Por supuesto que las primeras tienen todo tipo de factores para su Liquidación (IBL) incluyendo publicación de libros, y los segundos son excluidos de estos beneficios, pagando sus mesadas con los promedios de los 10 últimos años, y a los privilegiados les liquidan con los ingresos totales del último año.

El crecimiento económico de quienes devengan pensiones con altos subsidios siempre será mayor, sus familias estarán mejor alimentadas y sus hijos podrán ir a los mejores colegios y universidades. Los demás serán siempre obreros, así la sociedad diga que muchos pobres han pasado la barrera de la miseria y han sido proclamados como genios o íconos de la sociedad por sus esfuerzos. La pobreza de sus padres será siempre un estigma en el desarrollo humano que les haya tocado. Por eso los Estados tienen la obligación a través de los gobiernos de generar condiciones para que la desigualdad disminuya y permita que todos los habitantes de un territorio asciendan en la escala social. Si los apoyos tributarios de los gobiernos siguen apuntando a los más pudientes “los pobres siempre estarán con nosotros”. El primer objetivo de todo gobierno debe ser acabar con la pobreza. No extrañemos que a nivel mundial el 1% del total de la población sean los más ricos y en Colombia se pueda calificar así al 4% de la población. Con ciertas excepciones el 90% seguirán siendo pobres toda su vida.

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