REINGENIERÍA INSTITUCIONAL DE ARRIBA HACIA ABAJO

Industry and technology concept. INDUSTRY 4.0

En el Senado fue radicado un proyecto de acto legislativo para que la escogencia de fiscal, procurador, defensor del Pueblo, contralor y magistrados de los altos tribunales se haga por sistema de méritos. La iniciativa es promovida por el senador Eduardo Pacheco, de Colombia Justa Libres, con apoyo de congresistas de otras bancadas como la Alianza Verde, Centro Democrático y Cambio Radical. El proyecto de acto legislativo plantea cambiar la forma en la que son elegidos los magistrados de la Corte Suprema de Justicia, el Consejo de Estado, el Consejo Superior de la Judicatura y la Comisión Nacional de Disciplina Judicial.

Esa clase de propuestas le hacen falta a Colombia para reiniciar su proceso de cambio institucional y como paradigma de la nueva sociedad que trajo la pandemia. Ya sabemos, por lo que nos está pasando, que no hay progreso sin tecnología. Y que la inteligencia artificial es la base de todo avance hacia sociedades más igualitarias, más transparentes y prósperas. Otra conclusión es que si bien tenemos que buscar la justicia social, también el mérito es importante en la escogencia de los mejores y que ese mérito no puede ser alcanzado a base de trampas y de decisiones discrecionales. Mérito significa conocimiento y experiencia, valoración imparcial y selección objetiva, es decir, a la luz de todos y no en conciliábulos o reuniones de amigos.

Los Estados como las empresas deben ser sometidos a dos modelos de mejoramiento: la reingeniería y el benchmarking. La primera, equivale a comenzar de nuevo, es decir, es el rediseño de un proceso en una empresa o Estado o un cambio drástico del mismo donde se abandonan los viejos procedimientos y se coloca en marcha la búsqueda de trabajo que agregue valor al consumidor o al pueblo en quien reside el poder. La segunda, es una evaluación comparativa, es un proceso sistemático y continuo para evaluar los servicios, procesos y procedimientos de trabajo de las mejores organizaciones.

Y si hay otros métodos de eficiencia y eficacia más adaptables a nuestra idiosincrasia y a la aceleración del cambio mundial, hay que aplicarlos. Pero no podemos seguir con un Estado paquidérmico, estancado en las glorias de ayer, mientras sus habitantes claman por mejores salarios, más empleo, salud y educación. Los cambios propuestos son urgentes y nos permitirán recuperar los caminos de la honestidad y el buen juicio que otrora tuvimos. Menos burocracia y más tecnología que permita producir y ahorrar para alcanzar un desarrollo sostenible.

Se el primero en Comentar

Deja tu respuesta