¿Viviremos como suricatos, después de la pandemia?

Son muchas las previsiones que los analistas exponen a la sociedad de hoy sobre cómo será nuestro comportamiento después de la pandemia del Covid-19. Mientras unos son optimistas sobre el cambio de comportamiento de la sociedad, otros dan por sentado que la sociedad no será la misma y que en muchas partes los autoritarismos y el egoísmo marcarán la pauta.  Las personas mayores y los niños serán los primeros afectados. Los unos porque sobrevivirán al miedo y los otros porque su futuro es incierto. Los pequeños de hoy tendrán que acelerar aún más los cambios tecnológicos y prepararse para afrontar pandemias peores que la del año 2020. Los más ricos construirán casas, mansiones y búnkeres a prueba de todo, para aguantar una etapa caótica, si llegare a presentarse.

La fauna edáfica, se llama científicamente, a los animales que hacen vida debajo de la tierra y que se sienten a gusto con su mundo subterráneo, son un grupo de criaturas muy interesantes que tras pasar miles de años de evolución continúan encontrando tan fascinante y seguro el hogar que existe bajo el suelo que prefieren estar ahí en vez de subir a la superficie. Algunos de esos animales, que también usan madrigueras son topos, conejos, marmotas, suricatos, ratas, canguros, peces, arañas, erizos de mar, almejas, gusanos, termitas, castores…etc. También se conocen como especies troglobitas que son los animales que viven toda su vida en el interior de la cueva, a menudo en oscuridad total. Los suricatos son los animalitos más singulares por su viveza y fogosidad, salen de sus escondites, miran alrededor de su espacio natural y si ven un peligro regresan rápidamente a él. Es como espiar desde las ventanas, los balcones o terrazas de nuestras casas o edificios, pero sin la posibilidad de compartir al aire libre, ni siquiera con la familia.

El panorama anterior nos obliga a hacernos otra pregunta: ¿Qué lleva a las personas a tomar decisiones en tiempos de crisis? Para muchos tener más o menos información es crucial; para otros tomarse el tiempo necesario para pensar; para los demás, depende de qué palabra es más impresionante o dramática y allí juegan algunas como riesgo, incertidumbre, ansiedad, control, inseguridad, pánico, volatilidad, amenaza, que el cerebro maneja, dependiendo del estado de ánimo de la persona. Una crisis como la pandemia exige capacidad para enfrentar el ahora y garantizar la supervivencia, lo cual solamente es posible con decisiones estratégicas, evitando que en la mayoría de las personas se presente confusión. De allí que la comunicación es esencial, con un contenido claro y certero. La ambivalencia no ayuda y la falta de seguridad de quien tiene la responsabilidad de ejecutar las decisiones puede hacer la diferencia entre la vida y la muerte, entre el éxito y el fracaso, un futuro brillante o la pobreza generalizada.

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