Nada hay más complicado que hablar con alguien que no tiene idea de nada. Solamente está dispuesto a decir no porque no. Eso sucede hoy en Colombia con la llamada oposición de derecha intransigente y peligrosa que sabe, porque también lo resaltan los medios de comunicación y la realidad, que el 1% de la población rica se hace cada más poderosa económicamente, mientras el empleo es precario y la informalidad está en el 60% del total de la población en capacidad para trabajar. La riqueza está llegando solamente al 9% de la población. No es sino salir a la calle y a las carreteras, no en avión o helicóptero sino caminando por los centros urbanos, movilizándose en carro y ver cómo hay ofertas de todo, pero al final del día el trabajador independiente hace un poco menos de la mitad de la plata para comerse una ración de comida y de pronto cambiarse la camisa por una camiseta contrabandeada de $10.000, que debe durarle uno o dos años. El que no ha sufrido el hambre cree que todo es abundancia, porque se levanta y ya sus padres con muchacha del servicio incluida le tienen todo preparado o porque recibió una herencia inmerecida.
El tema en crisis hoy es la salud, porque la mayoría de los colombianos están desprotegidos, por causa de una estructura montada en favor de los poderosos que tienen inversiones en el sector y que ganan tanto dinero que no quieren que les quiten esos tesoros, donde la producción al final del día es millonaria. Si el Estado manejara la parte financiera con apoyo en controles serios y con calidad en el servicio, la atención llegaría al método usual que es la prevención. Una persona que ha cotizado toda la vida y no ha recibido nada del sistema, ni siquiera una llamada, no tiene e porque estar agradecida y temiendo que desaparezcan las EPS. Los intermediarios financieros siempre han sido odiosos, porque ganan solamente por manejar el dinero de los demás y no poco, porque las ganancias de los bancos en Colombia en 2022 fueron superiores a $15 billones.
A la fecha 15 EPS están en liquidación forzosa, y “son 13 las Entidades Promotoras de Salud que se han liquidado en Colombia en seis años. Con esto, el sistema de salud colombiano queda con 30 EPS activas. Sin embargo, una de ellas, Emssanar, se encuentra actualmente intervenida, es decir, en riesgo de liquidación”. (Ver La República 07/10/2022). Estas entidades reciben montos importantes para mantener la salud de las personas, pero no se reflejan en inversiones para cumplir con dicho objetivo. En los últimos 4 años, la justicia ha emitido 22 condenas contra exfuncionarios de EPS implicados en actos de corrupción. (RCN 17/09/2022) De igual forma, los fiscales especializados adelantan un total de 26 indagaciones preliminares y en otros 35 casos, los investigadores ya formularon imputación de cargos y se ha avanzado hacia las audiencias de juicio contra los presuntos responsables de desfalcar los recursos del sistema de salud colombiano. Más de $2 billones comprometidos en actos de corrupción. Y la oposición dice no a la reforma de las EPS, no por que no. Mientras tanto miles de personas mueren o son desatendidas, sí porque sí. Ahora, $46 billones fue el presupuesto de la salud para 2022, ¿en qué se gastó todo ese dinero? O reformamos o nos morimos todos, sin derechos y sin instituciones.
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