LA ESCLAVITUD MODERNA

Las luchas de los trabajadores por el derecho a salarios dignos y empleos decentes se dio a partir de la Revolución industrial cuando los patronos violaban los derechos de los niños obligándolos a laborar a pesar de su edad y abusaban del poder económico para someter a los obreros a condiciones infrahumanas. Por eso el socialismo surgió como una corriente ideológica en Europa a finales del siglo XVIII y se caracterizaba por su crítica al capitalismo y la defensa de la igualdad social y económica. Las teorías de Marx y Engels, desarrolladas a mediados del siglo XIX, tuvieron una gran influencia en el avance posterior del movimiento obrero en la industria.

A mediados del siglo XIX nace el sindicalismo como una forma de organización obrera para luchar por la defensa de los derechos laborales de los trabajadores. Los sindicatos se convirtieron en una herramienta fundamental para la negociación colectiva y la lucha por mejores condiciones laborales. Después se conformaron partidos políticos que han fortalecido a los movimientos de izquierda en algunas democracias occidentales. La corte constitucional ha intervenido en muchos casos de acoso laboral y ha explicado que: “…se entenderá por acoso laboral toda conducta persistente y demostrable, ejercida sobre un empleado, trabajador por parte de un empleador, un jefe o superior jerárquico inmediato o mediato, un compañero de trabajo o un subalterno, encaminada a infundir miedo, intimidación, terror y angustia, a causar perjuicio laboral, generar desmotivación en el trabajo, o inducir la renuncia del mismo”. Y es por esta linea delgada por donde empiezan las violaciones a los derechos de los empleados y trabajadores.

Las reglas laborales buscan fundamentalmente la incorporación de principios y derechos fundamentales en el trabajo con el fin de propiciar condiciones para contribuir al logro de la igualdad de oportunidades en el empleo y la ocupación. Lo anterior, al señalar que toda política o medida en el lugar de trabajo deberá apuntar a promover el respeto mutuo y un ambiente laboral decente, libre de discriminación. El constituyente de 1991 se ocupó de establecer en el artículo 53 que “El Congreso expedirá el Estatuto del Trabajo” Y señaló los principios mínimos fundamentales. Pero llevamos 33 años y no se ha podido cumplir ese mandato, siendo la Constitución norma de normas, porque el cuerpo legislativo adoptó posiciones neoliberales, en defensa del empresariado y no de los trabajadores. Hoy tenemos en discusión varias normas relacionadas con salud, pensiones y modificaciones laborales y seguimos en el congreso con cierre legislativo a favor del cambio. Por eso muchos consideran el trabajo como una nueva forma de esclavitud. La derecha no quiere ceder espacios y lo que va a lograr es otro estallido social más profundo en las elecciones del 2026. Ya México dio el ejemplo democràtico en América Latina.

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