Los jefes de los partidos y especialmente el Jefe eterno del Liberalismo ahora se queja de presuntas injerencias del Presidente Petro frente a su partido y contra otras colectividades políticas colombianas. Se le olvida que en todos los partidos el principio de democracia es lo que menos se respeta. Los jefes de los partidos se atrincheran en la autorización de avales para burlarse de los principios democráticos, excluir de las listas a quienes no los apoyan y sacarlos de cualquier posibilidad de reelección negándoles el derecho de tener cargos políticos en las altas esferas del gobierno, para que no puedan influir en la política nacional. Esa, según el expresidente, es una facultad autónoma de los jefes que dicen quién se queda y quién se va. Las mismas sentencias que él cita para defenderse son su tumba jurídica. Veamos: “C-089 de 1994. Dice según transcripción del expresidente: “la autonomía de los partidos y movimientos políticos no es absoluta, ya que debía ser ejercida dentro del respeto de la Constitución y las leyes, las que podían señalar deberes a los partidos, normas mínimas de estructura y funcionamiento, siempre y cuando fueran razonables y no afectaran la esencia de su autonomía”.
Pero qué hace ese Partido: desconocer que la ley fija una obligación y es convocar por lo menos cada dos (2) una convención. Veamos: Ley 1475 de 2011. Artículo 4°. Contenido de los estatutos. 4. Convocatoria, fecha y demás aspectos relacionados con la reunión de la convención del partido o movimiento político, o de su máximo órgano de dirección, la cual deberá realizarse por lo menos cada dos (2) años, y garantizar a sus miembros influir en la toma de las decisiones más importantes de la organización política.” El diario el Espectador publicó la siguiente noticia sobre el tema a raíz de la investigación que se adelanta contra el partido liberal en el Consejo Nacional Electoral: “la magistrada consideró que la falta de una convención limitó la participación efectiva de las bases y puso en riesgo la legalidad de las decisiones en materia electoral, “pues de tomarse por autoridades que estén desprovistas de la legitimidad que otorga su elección a través de los mecanismos de democracia interna de los partidos, corren el riesgo de ilegalidad” (24/05/23). Esto significa que el Jefe del Partido liberal está desconociendo la ley que pide que lo ampare. Si todos los colombianos dijéramos lo mismo podríamos argumentar que no cumplimos la Constitución y la ley porque estamos trabajando y eso es más importante para nosotros o que los estudios no nos permiten cumplir los textos legales superiores. Es una excusa vacía, que no respeta el ordenamiento jurídico.
Por su parte el Artículo 108 de la Constitución establece la responsabilidad de los partidos y de sus directivos por no haber actuado con el cuidado y la diligencia en el ejercicio de derechos y obligaciones “y estarán sujetos a las sanciones que determine la ley”.( Incisos 7º y 8º). La hipocresía la define el diccionario de la RAE así: “Fingimiento de cualidades o sentimientos contrarios a los que verdaderamente se tienen o experimentan”. Al parecer en Colombia los dirigentes políticos quieren obligar a todo el mundo a cumplir las leyes, pero ellos desean ser excluidos de ese deber y obligación. Si no cumplen con el mandato de convocar la Convención deben sancionar al partido liberal y sus directivos o de lo contrario deroguemos las leyes y dediquémonos a la anarquía. Lo que tenemos hoy no es liberalismo sino Gavirismo, que le cierra puertas a otros dirigentes que no son de esa tendencia.
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