TRANSFORMACION LATINOAMERICANA

La derecha sigue preocupada por el cambio de ideología en la mayoría de los países, que muestran un cambio hacia la izquierda y la centro izquierda. No entienden cómo después de tantos años, la gente esté girando de esa manera, sin cuestionarse por  qué llegamos a esa situación. La derecha siempre concluye que ellos y sus dirigentes hicieron las cosas bien porque enriquecieron a unos cuantos y dejaron a la mayoría en la miseria pero con leyes y otras normas que impedían la protesta social y con unas fuerzas militares apegadas al poder de los altos salarios, de los ascensos y las condecoraciones. ¿Hicieron bien las cosas? No. Porque excluyeron, discriminaron, cometieron actos violentos, en algunos casos verdaderos genocidios, arrasaron la naturaleza, explotaron sin control los recursos de la tierra, se apropiaron de los baldíos del Estado, acabaron con las empresas públicas para darlas a sus amigos y los actos de corrupción fueron épicos e históricos. No hay comentario de periodistas e historiadores que no hablen del comportamiento rapaz de las élites gobernantes. Hoy en Latinoamérica la izquierda tiene 11 gobiernos, con los países más grandes encabezando el ranking, 4 de centro y 4 de derecha.

Pues bien, cuando el pueblo se mira en el espejo no ve su propia figura, sino copias retorcidas de niños hambrientos, ríos sin agua, bosques depredados, mares sin peces, playas contaminadas, derrumbes viales, represas y vías fluviales sedimentadas acumulando piezas, accesorios y partículas que disminuyen su profundidad, haciendo imposibles las actividades de pesca y transporte. Pero la derecha cree que así estamos bien, que los planes de desarrollo son apenas buenas intenciones y que nada de lo que se promete se debe cumplir. Además el presupuesto es una relación de ingresos y gastos, todos los cuales deben ir a carreteras y grandes obras para que les adjudiquen contratos a sus amigos y a las empresas más prósperas, no importa que haya sociedades y pequeñas organizaciones de empresarios que también quieren salir adelante. El imaginario colectivo debe entender que si no hay ricos la pobreza nunca desaparecerá, pero primero el dinero público debe ir a manos llenas al servicio de unos pocos privilegiados.

Señores de la derecha: el cambio se viene dando por los graves errores y atropellos cometidos por sus gobiernos y dirigentes contra las mayorías populares y eso debe terminar. Todos los habitantes del territorio tienen derecho a la vida, a la salud, la educación a un trabajo digno, al agua potable, a los servicios públicos, a disfrutar  las oportunidades que la misma sociedad tiene que brindarles a las mayorías y no a unos pocos. Primero hagan por lo menos un acto de arrepentimiento, un mea culpa por las faltas y errores y, después, piensen en recobrar el poder, no a base de engaños y mentiras, sino contribuyendo con su esfuerzo al bienestar general.

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