LA RESPONSABILIDAD ELECTORAL DE MUJERES Y JOVENES

Ellos quieren una sociedad hecha a su imagen y semejanza. No desean seguir viviendo en un mundo rodeado de corrupción, de privilegios y de violencia. Si por ellos fuera harían una revolución intelectual de las costumbres para dejar solamente la solidaridad como principio fundamental de sus vidas. La Corte ha definido el principio de solidaridad como: “un deber, impuesto a toda persona por el solo hecho de su pertenencia al conglomerado social, consistente en la vinculación del propio esfuerzo y actividad en beneficio o apoyo de otros asociados o en interés colectivo”. La dimensión de la solidaridad como deber, impone a los miembros de la sociedad la obligación de coadyuvar con sus congéneres para hacer efectivos los derechos de éstos, máxime cuando se trata de personas en situación de debilidad manifiesta, en razón a su condición económica, física o mental”. Los jóvenes de todos los géneros son más gregarios que sus ascendientes, especialmente para compartir culturas, deportes, diversión, creatividad, conocimientos. Si de ellos dependiera establecerían un gobierno donde no existieran las desigualdades y donde la competencia y la lucha por la vida fueran mínimas. Sus realidades están en el presente y no en el futuro, porque entienden que las circunstancias son volátiles. Una pandemia o una guerra pueden frustrar todas sus aspiraciones. Por ello el mundo que ellos perciben es el mundo real, no una ficción que les ofrece “ríos de leche y miel.”

Sus diálogos giran alrededor de las crisis del entorno en todos los sentidos: el egoísmo, la competencia extrema, las injusticias, el fanatismo, la crueldad, la agresividad, la indisciplina, la discriminación, el desempleo, la deshonestidad, el despilfarro, la destrucción de recursos naturales, en fin, la desorganización, que impide tener planes a mediano o largo plazo. A veces las promesas sin sentido los cautivan, pero saben que necesitan una estructura social que les permita compartir, ascender, progresar. De allí que a veces se vean llamados por el quehacer político e incursionan en debates que los inducen a la violencia. Y se sienten estigmatizados y rechazados, porque como sus inteligencias no son escuchadas se hacen oír mediante sus gritos callejeros. No soportan la mentira, ni las promesas incumplidas. Sus reclamos deben concretarse hoy, o en el menor tiempo posible. El artículo 45 de la Constitución establece que el adolescente tiene derecho a la protección y a la formación integral. Y señala que el Estado y la sociedad garantizan la participación activa de los jóvenes en los organismos públicos y privados que tengan a cargo la protección, educación y progreso de la juventud. Este artículo fue aprobado en la Comisión Quinta de la Asamblea Nacional Constituyente, en donde se estableció que los jóvenes tienen el derecho a la protección y formación física, psicológica, intelectual, social, correspondiendo al Estado garantizar la participación activa en la vida cultural, deportiva, social, política, laboral y económica, dado que resulta de suma importancia que los jóvenes participen en las decisiones que les atañen y en los organismos que  comprometan sus necesidades.

Por esas razones los jóvenes de todos los géneros tiene el derecho y el deber de cambiar esta sociedad que no les gusta y construir un mundo mejor. No se puede seguir en manos de camarillas, carteles, cuadrillas y asociaciones para delinquir que se apropian del tesoro público abusivamente, porque están amparados por leyes hechas por los grupos elegidos por ellos mismos que les garantizan impunidad. Tienen un cerco de privilegios e inmunidades que desafían las leyes morales y la ética pública. Son delincuentes de cuello blanco, intocables y que consideran que ellos son los amos y las mayorías del pueblo sus siervos, que deben obediencia a las élites gobernantes. Los jóvenes de todos los géneros rechazan el statu quo, y están dispuestos a cambiar con sus votos a personas e instituciones, por el bien de la patria. Ellos saben que su oportunidad de oro está en las elecciones de 2022.

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