MALAS COMPAÑIAS

“Se clasifican como malas compañías aquellas relaciones en las que una persona ejerce una influencia negativa sobre otra. Hay personas que nos incitan al triunfo y también hay otras que nos agotan, nos deprimen, y no nos dejan crecer. Se habla de gente desquiciada, de gente que nos intoxica, que nos influye negativamente”. (https://quepasamedia.com/). Para hablar de este tipo de unión, entonces, tenemos que diferenciar si quienes se acercan a nosotros o nos invitan a algo lo hacen para alcanzar resultados buenos o malos. Hoy el tema de la campaña es que el Candidato del pacto histórico tiene malas compañías porque está invitando a personas que tienen cuestionamientos sociales, morales o legales. Pero si precisamos el contenido de la definición del concepto “malas compañías” ese calificativo no cabe aquí, porque el mencionado candidato está invitando es a construir un nuevo país, que según su programa de gobierno  pretende “que Colombia sea potencia mundial de la vida mediante un pacto histórico que de manera urgente concrete un nuevo contrato social para el buen vivir”.

Si analizamos la campaña de Federico Gutiérrez, Fico como quiere que lo llamen, ese sí que está rodeado de personas que pueden catalogarse como malas compañías, porque en el caso del expresidente Uribe, está imputado por compra de falsos testigos y su reelección presidencial se logró mediante negociaciones turbias por puestos y contratos, como consecuencia de lo cual fueron condenados los exministros Sabas Pretelt y Diego Palacios de quienes dijo la Sala Penal de la Corte que si “no hubieran incurrido en el cohecho por dar y ofrecer por el cual fueron condenados, tal vez, hoy día, otra sería la situación de una institucionalidad que se encuentra seriamente agrietada y poco respetada por una sociedad que no cree en la honestidad de sus dirigentes”. También se ha demostrado que los paramilitares ayudaron en sus campañas políticas y allí están las condenas de casi un centenar de excongresistas sancionados. Mancuso líder de las AUC lo ha dicho y repetido varias veces. Muchos de esos aliados del “antiguo régimen” están hoy apoyando el candidato de la derecha “Fico” Gutiérrez.

No hay que mirar “la paja en el ojo ajeno y no la viga en el propio”, porque  también está demostrado que la fuerza pública para exponer avances en su lucha contra la guerrilla asesinó a personas fuera de combate en los llamados “falsos positivos” (6.402 muertes de inocentes) según tiene documentado el Tribunal de Justicia Especial para la Paz (JEP). Luego, un cambio de fondo en el gobierno de nuestro país sí es necesario, incluso tocando  a muchos de los actuales dirigentes gremiales que han sido cuestionados por su cercanía con el poder y ser tolerantes con las injusticias sociales que se cometen a largo de todo el territorio.  Los buenos somos más, así profesemos ideologías políticas diferentes, pero esta oportunidad de transformación política y administrativa no puede ser desperdiciada con otros cuatro años de gobiernos empeñados en seguir la guerra y eludir el cumplimiento de la Constitución que nos establece como un derecho y un deber de obligatorio cumplimiento la búsqueda de la paz y la solidaridad.

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