PERIODISMO Y JUSTICIA

Nadie puede negar que el periodismo es una de las actividades más importantes para una sociedad, pero cuando se ejerce dentro de la verdad y con imparcialidad. Los periodistas políticos deberían manifestar claramente su apoyo a un partido y matricularse en ellos como debe ser. Para que expresen sus opiniones, que lo pueden hacer con total independencia, pero aclarando a qué bando defienden. Esa forma sesgada de dar y entregar información afecta a la sociedad y contribuye a dos efectos perniciosos: por un lado, polarizan a la sociedad y, por el otro, generan odio entre ciudadanos de una misma regiòn o pais. Lo que estamos viviendo hoy no se veía en Colombia desde las luchas de los partidos liberal y conservador por el poder. Pero por lo menos cada cual entendía sobre las condiciones y características del bando en que se encontraban.

Según el código de la Unesco “La tarea primordial del periodista es la de servir el derecho a una información verídica y auténtica por la adhesión honesta a la realidad objetiva, situando de manera consciente los hechos en su contexto adecuado, manifestando sus relaciones esenciales sin que ello entrañe distorsiones, empleando toda la capacidad creativa del profesional, a fin de que el público reciba un material apropiado que le permita formarse una imagen precisa y coherente del mundo, donde el origen, naturaleza y esencia de los acontecimientos sean comprendidos de la manera más objetiva posible”. No obstante algunos afirman que “La idea de la verdad tal y como era concebida en las escuelas de periodismo ya no existe”.

En efecto, “los medios de comunicación suelen en su gran mayoría pertenecer a grandes empresas, con frecuencia entre las más grandes del mercado. Su posición central en la sociedad los convierte en fuentes de influencia y poder social, económico y político, sujetos a grandes tensiones e intereses”. De la libertad de expresión se exige que diferencie hechos de opiniones, y en la medida en que incluya supuestos fácticos equivocados o falsos, puede ser sometida a rectificación. También se encuentran prohibidas las apologías al racismo, al odio, a la guerra, y la pornografía infantil. Con todo, ambas libertades deben ejercerse responsablemente, pues no pueden irrespetar los derechos de los demás. Por eso la libertad de expresión y de información son controladas mediante la tipicidad de los delitos de injuria y calumnia, pero en casos excepcionales por la comisión de otros delitos asociados a cada conducta típica. Que los periodistas no se crean “jueces ni dioses”, porque en cualquier momento puede caer sobre ellos el poder que nunca imaginaron y dejarlos reducidos a la pobreza, por las obligaciones de indemnizar que dejan las noticias falsas o parcializadas y engañosas. Prudencia entonces!

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