
El paramilitarismo en Colombia se refiere a grupos armados civiles con estructuras, entrenamiento y funciones similares a un ejército, pero que no son parte de las fuerzas militares del Estado. Surgió como una estrategia de contrainsurgencia, pero se consolidó y expandió enormemente en la década de 1990, con la participación activa del narcotráfico, la corrupción y la violencia política. Estos grupos han cometido graves violaciones a los derechos humanos, como masacres y desplazamientos forzados, y han tenido nexos con sectores del Estado y élites políticas. La JEP ha señalado a varios y otros están en procesos que avanzan. El Expresidente Uribe ha sido el máximo defensor de las Autodefensas que mutaron de empresas de vigilancia o convivir, a varios y peligrosos grupos criminales. Pero “testimonios ante la JEP reabren la polémica sobre presunto apoyo de Álvaro Uribe a las Convivir en Antioquia, que “implican a funcionarios de la Gobernación de Álvaro Uribe en la creación y apoyo de las Convivir, generando nuevas dudas sobre su gestión en Antioquia (1995-1997).
“Francisco Angulo aseguró que participó en una Convivir como auditor fiscal y que el grupo operó como un “intermediario legal” entre paramilitares y Ejército. Declaró que aportaron dinero, víveres, transporte y alojamiento a los hombres armados, e incluso entregaban información militar y de inteligencia para facilitar operaciones que derivaron en masacres y desplazamientos masivos, según informaciones de la Radio Nacional de Colombia, publicados el 18 Agosto del 2025.” Pero lo realmente asombroso es que el Excongresista Álvaro Ashton “reveló una serie de alianzas políticas, económicas y electorales entre dirigentes de la Costa Caribe, empresarios y estructuras paramilitares del Frente José Pablo Díaz del Bloque Norte de las Autodefensas Unidas de Colombia (AUC).” (La W. 10/10/2025). Uno de los apartes más sensibles de su testimonio se dio cuando mencionó al expresidente del Senado Efraín Cepeda Sarabia, al empresario Julio Gerlein y a otros dirigentes como David Char Navas, quienes, según Ashton, habrían tenido acercamientos o acuerdos indirectos con sectores apoyados por las AUC, especialmente en los municipios de Barranquilla y Soledad.
El medio radial continua explicando que “asumimos que todos, incluyéndome a mí, ayudábamos a que del presupuesto nacional se aprobaran partidas que terminaron financiando proyectos manejados por el Frente José Pablo Díaz con la Alcaldía de Barranquilla. Con esos recursos se nutrían para seguir delinquiendo en los demás municipios”, afirmó el exsenador ante los magistrados. Ashton también mencionó a Mario Enrique Varón Olarte, Jaime Cervantes Várelo y Jorge Alberto Gerlein Echeverría, dentro de una lista de políticos y empresarios que habrían intervenido o facilitado esas alianzas. De hecho, en el marco de sus relatos, el excongresista, procesado en su momento por Odebrecht, aseguró que dentro de la cooptación de la Alcaldía de Barranquilla por medio del Frente José Pablo Díaz, contó con la candidatura del exalcalde Guillermo Hoenisberg Bornacelly y su jefe de Planeación, José Pérez Orozco. También señaló como uno de los promotores de las AUC al empresario y constructor fallecido en 2023, David Name Terán, dueño de la constructora Condesa S.A. Le dieron a la JEP más información para que las víctimas reclamen sus derechos y apoyen con sus datos la acción de los criminales. Los colombianos entienden ahora, por qué los asesinaban y confinaban con armas mixtas, del Estado y armas ilegales en manos de particulares.
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